One Shots- Queen/BoRhap Cast

30. Roger Taylor

Roger llevaba un rato hablando por teléfono.

No era como si estuviera sosteniendo al resto de la banda, que, por cierto, todos estaban perfectamente bien parados con sus respectivos instrumentos y esperándolo, y ciertamente no era como si hubieran comenzado hace diez minutos.

Y los otros muchachos no estaban completamente tranquilos. Para nada frustrado.

"Si él no se da prisa, le estoy lanzando esto", murmuró John, agarrando su bajo por el cuello y moviéndolo con enojo, la correa del instrumento deslizándose alrededor de su torso. Brian soltó un suspiro, arrancando un suave riff en sus cuerdas, murmurando para sí mismo antes de tomar un lápiz y hacer algunos garabatos en la hoja de papel a su lado. Él tarareó una melodía aguda, imitando su guitarra, y agitó los dedos a lo largo de los trastes, haciendo que Roger girara la cabeza y lo fulminara con la mirada.

“¡Brian, por el amor de Dios, cállate un minuto!" Roger siseó, cubriendo la parte inferior del auricular con la palma de la mano y presionando el altavoz en la oreja. Brian dejó escapar un ruido de protesta, antes de dejar caer los brazos a los costados con resignación, y miró a su cantante principal, actualmente sentado en los tambores que se levantan en una profunda reflexión.

"Oi. Fred”. Brian le dio un codazo con la cabeza del Red Special, y Freddie saltó, saliendo de su ensueño. Se giró hacia su guitarrista con una ceja levantada, y John se deslizó detrás de él cuando Brian bajó la voz para susurrar.

"¿A quién le está hablando por teléfono?" Preguntó, y los tres se volvieron como suricatas para mirar a Roger, que actualmente tiraba y giraba del cable del teléfono, lo giraba alrededor de su dedo y lo giraba en unos pocos movimientos rápidos de su muñeca. Roger los miró a los ojos y tropezó con sus palabras por un segundo, antes de volver a la pared con una mirada tormentosa.

"No está contento con eso, sea lo que sea", reflexionó Freddie, tocando un poco de cinta adhesiva suelta en el borde de las bandas. "Míralo con el ceño fruncido de esa manera: ¡tendrá arrugas cuando termine este álbum!"

"Probablemente lo hará, a juzgar por cuánto tiempo lleva esto". John suspiró, mirando el reloj en la pared. Freddie se echó hacia atrás, descansando sobre sus codos.

"Debo recordarle a Roger que se hidrate esta noche".

Brian volvió a mirar a su baterista y notó que estaba frunciendo el ceño, de esa manera infantil y con mala cara que lo hacía parecer mucho más joven de lo que realmente era. Tenía las cejas fruncidas sobre sus ojos grandes y encapuchados, y su boca estaba en una línea pequeña y recta, como un rayo en un cielo nublado. Brian frunció el ceño y ladeó la cabeza hacia un lado.

Roger tenía el auricular colocado entre la oreja y el hombro, mordiéndose el interior del labio mientras jugueteaba con todo lo que podía conseguir con sus pequeñas y duras manos. Tiró de las bandas alrededor de sus muñecas, antes de elegir su miniatura en el teléfono en la pared, quitando la pintura seca alrededor de los bordes de la última vez que se decoró la habitación. La banda guardó silencio, tratando de escuchar su conversación.

"¿Estás bien, entonces?" Su tono era bajo, bajo para Roger, de todos modos, y los tres lanzaron una mirada al rubio, que se dio la vuelta y los miró. Brian, John y Freddie rápidamente miraron a otro lado, jugando con su tecnología e instrumentos. Roger se volvió de nuevo y compartieron una mirada tímida, mirándolo fruncir el ceño nuevamente, arrugando la frente.

Hubo un leve zumbido en el otro extremo de la línea que resonó por el estudio, metálico y sin aliento.

"Está bien, sí. Lo tengo". Hizo una pausa, su cuerpo se quedó quieto por primera vez en lo que pareció una eternidad desde que comenzó la llamada telefónica. "Sí. No hay problema, amor”.