Te amo

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Las yemas de sus dedos golpeteaban de manera sincronizada el frio escritorio de cristal mientras observaba con cierto rencor al hombre que tenía frente a él. Estaba perdiendo demasiado tiempo tratando de convencerlo de que ellos no serían quienes dieran el brazo a torcer.

—Señor Uchiha, debe comprender que debemos recuperar todo lo que hemos perdido con la empresa Hyuga estos meses, los números están ahí —Insistió el hombre mientras le servía una taza de humeante té, y volvía a sentarse frente al escritorio.

—Exacto, los números están ahí. Esos mismos números que lo han enriquecido estos últimos 20 años... ¿Recuerda? —Inquirió el moreno mientras chasqueaba la lengua y se estiraba en el cómodo sillón.

El hombre regordete y con ojos tan rasgados que apenas parecían abiertos, soltó una risa sarcástica que disgustó aún más al peliazabache.

—Los papeles cambiaron Uchiha...ahora los Hyuga son los que nos deben hasta seguir en la industria —Comentó arrastrando las palabras de manera pedante.

Sasuke se tomó el puente de la nariz perdiendo la paciencia.

—No cederemos señor, creo que hemos excedido el límite. Mañana mismo la hija del señor Hyuga firmará el fin del contrato — declaró el Uchiha. ¿Qué mierda acababa de decir? Eso no estaba en los planes... Pero aquel hombre realmente estaba haciéndole perder el tiempo y el quicio.

—Señor Uchiha, no debería apresurarse en tomar una decisión tan drástica —Trató de dialogarj el hombre cambiando completamente el semblante de su rostro.

—¿Decisión apresurada? Llevamos más de un mes con este tema... No estoy dispuesto a perder tantos días aquí tratando de convencerlo— Sentenció el Uchiha presionándolo más. Aunque no sabía que carajos iba a hacer después, no estaba dispuesto a seguir con aquel estúpido juego.

El hombre de ojos rasgados se quedó por cierto momento mirándolo fijamente sin hacer ningún movimiento ni ninguna articulación.

—Sabe que nuestro mercado es el más grande del mundo ¿No?... ¿Tiene idea de todo lo que está en juego? —Dijo arrastrando las palabras. Sasuke sonrió. Lo tenía en sus manos.

—Por supuesto... Hyundai tiene sus años y su prestigio. Estoy seguro que más de un proveedor de este país estaría dispuesto a recibirnos, de hecho, tenemos alguna que otra proposición —Mintió el Uchiha. Si con todo aquello aquel hombre no cedía... sería su ruina.

—Verá señor Uchiha. Yo tenía la esperanza de que pudiéramos llegar a un acuerdo. Después de tantos años, mi intención no es romper lazos con ustedes —Añadió bajando el tono de voz a una mucho más pausada.

—Lo entiendo perfectamente y estoy seguro que el señor Hyuga piensa como usted. Pero tiene que entender que ni la empresa ni yo, estamos dispuestos a cederles el 20%. Eso es un descaro.

—Está bien... Usted gana. Estoy dispuesto a olvidar todo este asunto... ¿Qué le parece el 5% de las ventas del mes que viene? Y nada más... le aseguro que no pediré nada más.

Sasuke sonrió. Aquello no podía ser mejor.

—Me parece razonable. Al señor Hyuga le alegrará escuchar esto —Aseguró mientras se levantaba de su sillón.

—Por cierto, me imagino que el señor Hyuga o su hijo vendrán a firmar el nuevo contrato ¿No? —Preguntó el presidente mientras imitaba al Uchiha levantándose de su silla.

—Su hija... Su hija será la que firme... Se lo he comentado hace un momento, pero al parecer no me ha escuchado —

El hombre mayor abrió sorpresivamente los ojos.

En el Ojo del Huracán.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora