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Emma

Después de haber salido corriendo del centro comercial me dirigí a mi casa. Subí las escaleras tan rápido que casi tropiezo con una, sería lo ultimo que me falte.

Gracias al cielo mi madre no estaba en casa si no tendría que soportar sus preguntas sobre porque había llegado así a casa. Cerré la puerta de mi habitación con tanta fuerza que hice que las fotos de mi escritorio se cayeran al suelo. Me tiré sobre mi cama y empecé a soltar pequeñas lagrimas.

Haber visto a Jacob me hizo recordar el pequeño accidente de la cafetería, ver sus hermosos ojos color verde y las perfectas facciones de su rostro me hicieron recordar el dolor que sentí en el momento que entró en mi habitación para disculparse. 

Unos golpes en mi puerta llamaron mi atención.

-Emma - dijo mi mejor amiga del otro lado- déjame pasar ¿si?

-Vete Melissa quiero estar sola, no debí haber salido - agarre mi peluche de conejo y lo abracé a más no poder.

-Lo lamento en serio, no pensé que Jacob estuviese ahí.

-Esta bien, no fue tu culpa, pero déjame sola por favor.

-Bueno, si necesitas hablar o algo sabes que puedes llamarme - escuché sus pasos bajar por las escaleras y solté un gran suspiro.

Desearía nunca haber conocido a Jacob. Desearía nunca haberle mandado esa primera nota. Desearía nunca haberme enamorado de el.




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I am back, oh yeah...

Primero, lo siento por haber dejado en el olvido esta pequeña historia. Estos años que pasaron decidí dejar de lado todo esto y concentrarme en otras cosas, en el colegio y ahora en la universidad. Pero ahora revisando mi perfil después de años noté que algunas personas me preguntaban si seguiría escribiendo la historia y eso me llevó a la conclusión de que no podía dejar de escribir para siempre, así que aquí estoy. Gracias a aquellas personitas que siguen leyendo esta historia y que esperaron mucho tiempo por esto.

Hey, BraveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora