diecisiete

94 11 1
                                    

Ana y yo nos vimos nuevamente rodeadas de gente que se interesaba por la música y volvieron a felicitarnos. Ana y yo nos mirábamos, queríamos estar solas, luego de lo que había pasado entre nosotras. Pero no podíamos retirarnos tan pronto de la fiesta. Por un momento pensée que Nanami si se había marchado, pero no fue así. Estaba charlando animadamente, y vaciaba una copa tras otra de champagne.

De pronto ví que se acercaba al padre de Ana, y temí lo peor. Nanami y Alejandro desaparecieron del salón, supongo que ella quería hablarle a solas, quizás para delatar mi relación con Ana. Traté de disimular para que Ana no se preocupara, pero ella también lo había visto todo. Extrañamente, me sonrió.

Seguimos conversando con las personas que nos rodeaban, cuando vi que Nanami cruzó el salón, dijo algo al agregado cultural de la embajada de Japón, quien la acompañó hasta la salida. Parecía disgustada.

Distraída por la partida de Nanami, no me había dado cuenta de que Alejandro se había acercado a mí.

-Disculpen ustedes, señores y señoras, pero voy a privarlos de la compañía de la señorita Klein, necesito conversar con ella acerca de una propuesta artística-

-Si me disculpan…-dije, algo azorada por la sorpresa. Ana estaba un poco más lejos y no se percató de lo que estaba sucediendo.

Alejandro me abrió la puerta de una pequeña pero acogedora oficina.

-Siéntese por favor señorita Klein-

-Gracias…-

-Verá usted…acabo de tener una conversación con una antigua…”amiga” suya-

-No sé que es lo que haya podido decirle, pero debo aclararle que ella no es mi amiga- Nanami seguía complicando mi vida. La broma de Lil sobre “Atracción fatal” se estaba haciedo demasiado real para mi gusto.

-Mire, señorita Klein, voy a serle sincero. Mi hija ha tenido una infancia muy difícil, usted está al tanto de ello seguramente-

-Sí, algo conozco al respecto…- no quería dar datos concretos, aún no sabía en qué terreno estaba pisando.

-Señorita Klein…Natalie…Ana y yo estamos muy unidos. He tratado de protegerla desde que volvió a estar bajo mi tutela, después de ese desafortunado “incidente”. Y lo único que pretendo es que sea feliz.-hizo una pausa, pero me mantuve en silencio, no sabía que podía decir.

-Hace unos meses, coincidentemente con su entrada a la escuela donde usted enseña, noté un cambio en ella, un cambio favorable. Y terminó por confesarme que estaba enamorada…-

-¿Ana le dijo eso?-

-Eso y más. Sé que es usted el objeto del afecto de mi hija. No se preocupe-dijo al notar mi incomodidad- Ana salió del closet conmigo hace tiempo y siempre la acepté-

-No estoy segura de lo que debo decir en este momento- fui sincera.

-Nada Natalie. No crea que me quedé muy tranquilo cuando mi hija me dijo que se había enamorado de una profesora. Pero confié en ella, y creí todas las cosas buenas que me contaba de usted, y he tenido la oportunidad de comprobarlo.

-Déjeme asegurarle que mi amor por Ana es sincero. Había muchas cosas en contra, la edad, el hecho de que yo soy su profesora…He luchado en contra de mis sentimientos pero no he podido evitarlo…-

-Y yo me alegro de ello. El amor es lo que nos mueve, señorita. Y es un gran sanador, y mi hija necesita sanar-parecía conmovid-De todas formas, no la he traído aquí para pedirle cuentas de su relación con mi hija, si no para advertirle que esta amiga suya, Nanami, está dispuesta a hacerle daño, y me ha parecido un tanto…desequilibrada-

🎵🌜 UNA CUERDA DE VIOLONCELLO🌛🎵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora