•|Capítulo 18|•
M Í A
Traté. Oh si que traté de dormir, pero por alguna razón no lo he conseguido. Así que sin más vueltas baje hacia planta baja y al hacerlo lo vi. Ahí sentado en el sofá con lo que parece ser un ¿Pastel?, pero...si nos comimos todo...oh eso creía. Sin dar más vueltas me senté a su lado, cuando se percata de mi presencia me regala una sonrisa.
—¿Y que hace el señor Christopher Vélez despierto a las tres de la mañana? -pregunté juguetona.
—Eso debería de preguntarlo yo jovencita. -contesta de la misma manera que yo.
—No podía dormir. -dijimos al mismo tiempo, luego nos miramos a los ojos y soltamos una carcajada.
— Eso fue raro. -digo.
—Oh si, claro que lo fue.-admite él.
—Y...¿de donde sacaste este pastel? -le pregunté viendo el pastel en la mesita que está frente a nosotros.
—Pues...-parece no querer terminar la frase, a lo que yo digo
—¿Pues...?
—Yo lo hice para ti.-lo miré y sonreí.
—¿Para mi? -Chris asiente- wow, está muy bonito. -dije y Chris soltó una larga carcajada.
—¿Es encerio? -yo asenti- Mía este pastel es horrible aunque te voy a presumir el sabor, que por cierto es delicioso. -y sin más toma el pastel y me da una cucharada en la boca.
—Y...¿que tal?-me mira ansioso.
—Deberías de ser chef. -digo y Chris vuelve que reírse como loco a lo cual yo también le sigo. -No pero encerio esta buenisimo. -digo
—Me hubieras visto con los chicos hacer esto, créeme te morirías de la risa.
—¿Tan mal les fue?
C H R I S T O P H E R
—Arruiné 15 pasteles -ella me mira sorprendida y luego comienza a reírse- así que mañana debemos al súper, ya no tenemos absolutamente nada en la despensa.
—Okey -me dice con una sonrisa, y luego toma el pastel en sus manos y me arrebata la cuchara con la cual lo estaba comiendo previamente.
—¡Hey! -le digo- yo estaba comiendo -ella sonríe aún con la cuchara en su boca y luego de terminar me dice
—Lo que se regala no se devuelve y tú-me señala con la cuchara- me lo regalaste. Ahora es mío-y otro bocado, y así otros bocados.
—¿Me invitas? -ella lo medita por unos largos segundos y luego toma una cucharada del pastel y me lo da ella misma en la boca, yo encantado como del pastel mientra la observo.
Aún que suene raro, comimos así, una cucharada para ella y otra para mí, una para ella y otra para mí. Así como lo hacen las parejas normales, ¿qué irónico no?, luego vimos una película y para ser exactos, volvimos a ver "El Titanic", y otra vez esos cambios de Mía respecto ala película y casi al final se queda profundamente dormida, yo la observo y cuando termina la película apago la TV, y tomo a mi pequeña Mía en mis brazos y subo hacia su habitación una vez dentro la dejo en la cama arropando la y observando la por unos segundos, cuando me decido salir ella toma mi mano y automáticamente giró para mirarla, ella me observa y dice
—Quédate.
—Mía...
—Quédate. No quiero que duermas allí solito, además ese sofá es increíblemente incómodo para dormir.
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𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈.
RomanceDos jóvenes obligados a contraer matrimonio a causa del amor de sus hermanos. La diferencia social no ayuda en lo absoluto y a causa de exactamente eso y muchos secretos más, ellos junto con sus hermanos se casarán aceptando pasar el resto de su vid...