𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈.

💍V E I N T I S É I S💍

•Capítulo 26•

[Parte 2/2]

M Í A

—¡Quedo helmoso! -exclama Zabdiel.

—Hermoso, ¡hermoso Zabdiel! -lo molesta Erick.

—helmoso. Señol Jesús.

—Zabdiel tienes que... -sin más Yenny y yo los interrumpimos.

—¡Miren chicos! -le muestro el pastel que hice con ayuda de Yenny-. ¿Quedó bien verdad?

Los cinco vienen corriendo a ver el pastel. Joel, Erick, Zabdiel, Aye y Mar, los cinco.

—Awws. -exclama Mar- le hisiste un pandita, ¡que linda!

—Está helmoso. -habla Zab.

—Pues fíjate que esta muy bonito, lo amo. -habla Joel-. Así que más te vale hacerme uno así.

—¿Sabias que en tres meses es mi cumpleaños?, me harás un pastel así. -y sin más comenzó una disputa para ver a quién le haría el pastel, terminamos riéndonos.

[...]

Horas más tarde, el pastel está listo, la comida igual, y los adornos listos. Sólo faltaba Chris. Incluso vinieron Jonathan y Ale.

Sin más las horas pasan, yo ya lista preparo mis regalos para Chris.

El timbre suena, sin más apagamos las luces y todos se esconden. Y yo muy despacio voy hacia ella y la abro.

—¡Feliz...! ¿Papá?

—Estás hermosa mi vida. -habla mi padre desde la puerta- ¿no me invitaras a pasar?

Prendo las luces todos salen de sus escondites y me miran confusos, sin más explico.

—No es Chris. Es mi papá, voy a hablar con él. -casi todos asienten y yo salgo del departamento.

—¿No vamos adentro?

—No. -suspire- vamos al parque que está enfrente.

—¿No darás un abrazo a papá?

—Mejor vamos al parque.

El asiente y ambos vamos a este, que está prácticamente a media cuadra del departamento.

—Okey, estamos aquí... ¿Y ahora? -dice mi padre.

—Tú viniste a verme, supongo que quieres comenzar.

—Tu madre te extraña. -yo lo miré incrédula- es decir.. Tu tía.

—Marcos por favor. -el me mira asombrado-. Esa mujer nunca me quiso, y tú lo sabes muy bien. ¿Por qué no me vienes con la verdad?

—Me dijiste Marco -habla incrédulo.

—Es tu nombre ¿no?

—Sí, pero... jamás me has llamado por mi nombre.

—Siempre hay una primera vez.

—Perdón. -sonríe melancólico- hija, tú eres mi pequeña, y yo... yo te hice esto -me señala- te casé con él -hablaba de Christopher, lo sabía- sólo por ella, por que no te dijera lo de tu madre, ¿y que pasó?, te lo dijo todo.

—¿No fue por el dinero? -interrogo.

—Hija, jamás fue por el dinero. Sí esta bien, no somos millonarios, pero a nosotros jamás nos ha faltado algo ¿o si?