𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈.

💍T R E I N T A💍

•Capítulo 30•
[Parte 1/2 ]

M Í A

-¿Cómo está? -pregunta Ale.

-No hay cambios. - hablo y ella me da un beso en la frente y se marcha.

-Despierta... por favor. -susurré a su lado, tocando su pálida mano.

Estos días fueron... horribles.
Christopher no ha mejorado, y esto ya me está alterando. Ya no sé que hacer, no puedo dormir, no puedo comer, no puedo hacer nada. No sabiendo que él está así por mi, por haberme salvado a mí.

Las cosas "mejoraron" con la familia.
Si se le puede decir así.

Karen está muy sensible, pero se ha apegado más a mi.

Yenny está destrozada, pero para ser sincera es la más optimista de todos nosotros.

Rubén... Rubén no habla, no hace absolutamente nada, diría que hasta nos parecemos.

Marcos, Marcos ha estado súper pendiente de mi y de Ale. Y Jonathan, pobre Jonathan está decaído, demaciado diría yo.

Todos habíamos mejoramos nuestra relación a causa de esta horrible experiencia, o simplemente nos soportamos.

Han pasado tres días de todo.

Tres días del secuestro y rescate.
Tres días de que vi por última vez a un Christopher despierto.
Tres días de que Elissa murió.
Tres días desde que mi vida se hizo viral.
Tres malditos días y Christopher aún no despierta.

Literalmente ya comienzo a impacientarme.
Todo esto se vuelve más y más estresante a cada minuto.

Estoy meditando todo lo ocurrido cuando la mano de Christopher se mueve.
De inmediato lo miro y el comienza lentamente pero muy lentamente a abrir sus bellos ojos, mis ojos se cristalizan al instante y comienzo llorar de la emoción, del que por fin luego de tres largos días él despertará.

Corriendo voy a llamar a las enfermeras y doctores. Estos de inmediato van al alcance de Christopher y comienzan a hacerle todo tipo de chequeos. Lamentablemente me sacaron de su habitación, para poder chequearlo con mayor comodidad.

[...]

Han pasado dos horas, enfermeras y doctores entran y salen de su habitación y nadie me dice nada. ¡nada!

Luego de unos minutos el Dr Roger sale. Mi mundo se ilumina por que sé que el me dirá como está. El no me evitará.

-Por favor díganme cómo está... -lo miré a los ojos.

-Él está muy bien Mía, está mejorando.

-Entonces puedo verlo.

-Ah... -duda un momento, pero luego se repone- quiere hablar con su madre.

-¿Conmigo? -pregunta Yenny- ¿Seguro que no dijo algo de su pequeña Mía?

-Seguro señora. Quiere hablar con usted. Así que si me permiten, tengo que atender a mis otros pacientes.

-Esta bien... ya vuelvo mi niña. -sin más Yenny me abraza y va en busca de su hijo.

[...]

-No entiendo Ale, ¿Qué hice? Hace una semana que despertó y no quiere verme. No lo entiendo. -dije al borde de las lágrimas.

-Debes de entender... -la interrumpo.

-¿Entenderlo? ¿Y quién me entiende a mí? ¡ah! Él es la persona a la que más amo en este mundo y no quiere verme. Incluso tú lo has visto. No puedo. No puedo estar así. Tengo que verlo. Voy a verlo.