💍V E I N T I T R É S💍

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•Capítulo 23•
[Parte 1/2]

M Í A

Me sentía molesta.

¿Cómo la señora Elissa pudo hacer esto?, osea, ella sabía que Christopher era mi esposo, ¡mí esposo!, y aún así ¡intentó seducirlo!, por favor Christopher ¡está casado! ¡y su esposa soy yo! No ella.

Si bien, al principio nada era como lo planeamos, nada fue con nuestro consentimiento, simplemente pasó, y las cosas se dieron así.

Definitivamente debo de hablar con la señora Elissa.
Esto no se quedará así, ella no puede simplemente seducir a Christopher y castigarlo con trabajo por no hacerle caso, ¡por dios! Pobre de mi Chris seguro sufrió mucho todo este tiempo, y por mi... por que no me falte nada, ¿qué haría sin él? Llegó tan... así a mi vida y se ha vuelto tan importante... ¡se peleó con su padre por mí! Casi involuntariamente sonrió al recordarlo.

Ya despejada de mis pensamientos decido hacer algo ligero para comer, ya que con la visita de Pablo, las confesiones de Chris y Pablo, y con todo esto, no he podido cocinar nada. Una vez listos los sándwiches, y el batido busco a Christopher el cual esta en su cuarto.

—Chris... preparé unos sándwiches ¿quieres que comamos ya?... ¿Chris?

—¡Pasa Mía! Quiero mostrarte algo. -grita desde el otro lado de la puerta, casi de inmediato entró en su cuarto y lo veo con un ¿Regalo? El sonriente me hace señas para que pase, literalmente me quedé plasmada en la puerta.

—No es el cumpleaños de nadie ¿verdad?

—Nop. Ahora abrelo. -me lo da, quito la envoltura rápidamente ¿les dije que soy curiosa? Al hacerlo me encuentro con 5 películas...

—¿Maratón? -pregunté entusiasmada.

—Maratón-afirma el-. Lo he preparado en mi tiempo libre. Estará genial, porqué ¿te gustan las de terror verdad?

—¿Cuán miedosas son? Digo... ¿podré dormir por la noche? -al escucharme suelta una risita.

—Tolerables, mi pequeña, además recuerda que aquí estoy. -habla sonriendo.

《¡Por dios! ¡Es un amor!》

—Claro que lo es.

《¿Qué nos está pasando Mía?》

—No lo sé. Pero me gusta sentirme así.

《A mi también Mía, pero.. no sé, algo me dice que estemos en alerta》

—¿Por qué lo dices exactamente?

《Simplemente estemos alerta... ¡por dios está sonriendo!》

—Es tan lindo, y ¡por favor!, su sonrisa, sus ojos, su pelo, todo en el es tan bello...

《Concuerdo. Ahora vuelve a la realidad, te mira como si tuvieras algo en la cara》

—Cierto, aveces me distraigo tan fácilmente... pero... míralo..

《¡Vuelve! -me regaña mi conciencia.》

—¡Okey! ¡okey!

[...]

C H R I S T O P H E R

Hablar con Mía de cierto modo me relajó. La única persona que sabía lo de Elissa era Brenda, y no por que se lo haya contado, sino por que la descubrió espiandome, y sin más le dijo que si no paraba le contaría lo que hacía a su esposo, por esa razón y una que desconozco la señora Elissa trata de mantenerse al margen, aunque aveces parece olvidarse de la línea que hay ente nosotros.

En fin, me siento aliviado, esto de callar, me estaba matando. Y poder contárselo a mi pequeña me resultó tranquilizador, y al mismo tiempo gratificante, por dios cada día la quiero más y más. Y saber que ella siente lo mismo me alivia.

Una vez duchado, y cambiado con mi habitual pijama, preparo la sorpresa para mi pequeña, una vez listo mi maratón, lo envuelvo y estoy apunto de ir a dárselo cuando ella misma toca mi puerta, habla de comida, y menos mal que lo hace hoy no almorze, sin más la hago pasar y le muestro mis planes, ella encantada acepta el maratón que tengo listo y juntos nos encaminamos hacía la sala.

—Hice sándwiches -me muestra un plato lleno de estos- y un batido que me enseñó María, la mamá de Mar y Aye.

Tomo el delicioso batido de frutas y digo...

—Te llevaré más seguido con Mari. -ambos reímos-. Está delicioso por cierto. -ella sonríe y ambos nos acomodamos en el sofá.

—¿Por cuál empezamos? -pregunta mi pequeña.

—Elije tú bella. -ella asiente y pone la primer película, romántica por cierto.

—Por dios... -y aquí vamos...

[...]

—No quiero ver... no quiero ver. -exclama Mía aterrorizada con la manta en su rostro.

—Pequeña, sólo es una película, no es real. -trato de tranquilizarla- ven... -ella se acurruca a mi lado, pero aún así se tapa el rostro, okey, tal vez El Exorcista no fue una buena elección.

—Después de esto, no volveré a ver otra película así, lo juro. -vuelve a hablar mi pequeña.

—Esta bien. -le sonrio- no volveremos a elegir una así.

Cuarenta minutos más tarde, terminamos nuestro maratón de películas.

—De las 5, ¿Cuál fue tu favorita? -pregunta mi pequeña.

—La verdad... la ultima.

—¿La última? ¿El exorcista? -pregunta y yo asiento-. ¿Por qué?

—Porqué fue en la que más fuerte me has abrazado. -hablo y de inmediato se sonroja, ¡es tan hermosa!- te ves más preciosa cuando te sonrojas pequeña, justo así.

—Chris, basta... -me golpea el hombro suavemente- no me gusta estar así toda roja...

—Te. Vez. Hermosa. -hablo-. Muy. Hermosa.

Ella sonríe y se cubre el rostro.

—¿Qué has hecho hoy? -cambia de tema y sonrío y comienzo a contarle mi día, como siempre, me escucha y me cuenta su día, hablamos hasta tarde. Horas y horas pasan, mientras nosotros seguimos hablando y jugando como solemos hacerlo. Y sin más nos quedamos dormidos, acurrucados, y perfectamente cómodos.

[...]

𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora