•Capítulo 19•
M Í A
Ya con las verduras y frutas de la lista, tomo el carrito de compras y me dedico a buscar a Christopher, y cuando estoy a metros de él, lo veo hablar animadamente con una chica... que a mi parecer es, hermosa. Muy hermosa.
Instantáneamente siento algo muy feo, algo que no había sentido antes, una molestia, me molestaba verlo serca de ella. Y me molestaba mucho.
Sin perder más tiempo me dirijo dónde ellos, y hablo interrumpiendo su conversación, ¿de qué habrán estado hablando?...
—Chris... -el voltea y me mira con una sonrisa.
—Mía... ven, quiero presentarte a una amiga. -me comenta él, y la chica me escanea en un momento, al instante me regala una sonrisa.
—Okey... -me acerco más a él y saludo a la chica.
—Mía ella es Sammy una vieja amiga, y Sammy ella es Mía mi... -lo interrumpo-.
—Su esposa, mucho gusto. -digo con una sonrisa, que para ser mi primera vez, es falsa.
—Igualmente.-habla- así que tú eres la afortunada ¿cómo le haces? -pregunta- Eso del matrimonio debe de ser estresante, ya sabes convivir y eso...
—Pues, la verdad no, Chris conmigo siempre se portó genial, y hasta ahora no hemos tenido ningún problema ¿verdad Chris?
—Mía.. -habla el- este si, ningún problema.
—Cool, y pues me alegra que haya encontrado a la indicada -le sonríe a Chris ¡le está sonriendo! ¡enfrente mío! Por dios.
—Okey Sammy, -habla Chris- nosotros ya nos vamos -ella asiente con una sonrisa- nos pondremos en contacto ¿va?
—Vale Chris, fue un gusto encontrarte después de tanto tiempo.. -le da un beso en la mejilla, ¡la mejilla!-. Adiós lindura -me saluda y se va-.
—¿Qué fue eso? -pregunta Christopher-.
—¿Quién era ella? -preguntó yo-.
—Una amiga, te lo dije ¿por qué?
—Se tienen mucha confianza. -murmuro.
—Porqué no la tendríamos, es mi amiga y... ¿no me digas que estás celosa?
—¿Yo? ¿Celosa? Claro que no Christopher.
—¿Segura? Porqué a mi me pareció que si. -afirma él-.
—Te pareció mal -respondo.
—Por si acaso, ella y yo sólo somos amigos, aunque una vez pudimos ser más que eso, sólo somos amigos. -y era bueno a la hora de plantarme la dichosa curiosidad.
—¿Pudieron? ¿Qué pasó? -necesitaba saber
—Descubrió que le gustaban las mujeres y me lo dijo muy clarito... -lo miré, y mis mejillas se tornaron rojas de la vergüenza-. Así que no debes de preocuparte, no me vas a compartir... -dice mientras trata de no reírse, es muy malo intentándolo.
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𝐂𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐚 𝐅𝐮𝐞𝐫𝐳𝐚 𝐈.
RomanceDos jóvenes obligados a contraer matrimonio a causa del amor de sus hermanos. La diferencia social no ayuda en lo absoluto y a causa de exactamente eso y muchos secretos más, ellos junto con sus hermanos se casarán aceptando pasar el resto de su vid...