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Una de las mejores partes de su día a día era el momento que tenía con sus niñas, bañarlas, vestirlas con bonitos conjuntos, peinar sus cabellos con moñitos y colocar cremita con aroma a bebé en su piel, toda una hermosa rutina a la que se había acostumbrado.

Luego venía la siesta de las bebitas, para JinRi su biberón y para Sana un vasito entrenador con leche tibia de fresa, y a dormir.
Treinta minutos  disponibles para empezar a hacer el almuerzo y relajarse un rato, no, no estaba estresado, para nada. Pero siempre necesitamos momentos a solas con nosotros mismos

El timbre de su hogar hizo eco en todo el lugar, desde la cocina corrió a la puerta, en realidad el aparato era todo menos silencioso.

-- voooy-- sobre su cuerpo puso una sudadera negra que era de Jungkook, bueno, ahora de Tae, pero si el otro la quería, se la prestaba.

Un chico con gorra negra con traje azul puesto el logo de una agencia de entrega de paquetes -- buenos dias, el señor Kim Taehyung ¿se encuentra ?

-- soy yo-- el rubio mantenía la mitad de su cuerpo dentro de la puerta, quizá él nunca volvería a confiar en nadie como antes--

--oh, perdón.  Joven Kim es para usted--  extendió una  caja blanca con  un moño rojo sobre esta. La tomó en sus manos y no, relativamente no tenía algún peso -- firme aquí.

Lo hizo un poco intrigado, algo andaba mal, eso era obvio.
Nadie conocía su ubicación, el mismo Jungkook se había encargado de mantener su dirección en privado, solo personas cercanas llegaban ahi como SeokJin o Dahyun

-- gracias-- susurró aún distraído

--¿ vives solo aquí?-- la pregunta del muchacho lo sacó de sus pensamientos

-- ¿qué?

-- si vives  solo, o con tus padres..

--no, vivo con mi novio -- vaya, que bonito le quedaba el titulo de novio de Jungkook. Orgulloso sonrió apretando los labios, inconscientemente logró que el chico frente a él babeara con tanta belleza.
Si, TaeHyung se sintió un tanto incomodo, no era nada bonito que un desconocido te viera tanto
En la segunda planta un llanto muy reconocido para él le trajo al presente, si, otra vez. --y mis hijas, son dos niñas hermosas

-- me alegra.  Permiso--casi huyendo, desapareció.

¿así sería siempre? Ah, Ojalá.
No le gustaba que nadie le viera con otras intensiones, él era solo de Jungkook y de sus pequeñas niñas.

Gracias JinRi

Sana seguía dormida, y el llanto de Jinri se había calmado, aún asi su instinto de padre/madre le hizo tomarla en brazos para juntos dirigirse a la cocina

-- que no sea nada malo, por favor--

Sus súplicas quizá habían dejado se ser  escuchadas hace mucho tiempo por que al momento de sentarse en una de las sillas y abrir la caja, su  corazón casi se sale de su pecho.  Cubrió el cuerpo de su hija con sus brazos y el miedo corriendo en cada una de sus venas

--Jungkookie-- corrió a la sala, tomó el tefono.
Para su seguridad, JungKook había programado los números de emergencia, el #1 marcaba automáticamente al telefono personal de su chico..

-- amor, estoy medio de una reunión  ¿necesitas algo?

--yo.. él--

-- mi vida, no te estoy entendiendo nada, cariño-- el chico se escuchaba algo atareado, los últimos meses ocupó su tiempo en aprender sobre la empresa y ahora por su propia cuenta estaba llevándola sobre sus hombros--

¡papi Kook!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora