Capítulo II.

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Cuando Wen Qing se despertó por la mañana, Yan Han ya se había ido a trabajar.

Wen Qing extendió su mano y tocó las sábanas frías de la cama junto a él. Luego, gradualmente, movió su mano hacia arriba con sentimientos de nostalgia de cuando estaban profundamente enamorados y se abrazó a la almohada de Yan Han.

Hubo muchas veces en las que también había querido fingir que no había pasado nada. También quería fingir que no sabía nada.

Los repentinos sentimientos de estar harto estallaron, y Wen Qing arrojó violentamente la almohada de Yan Han al suelo.

La almohada cayó sobre el suelo de madera con un sonido suave y esponjoso.

Era como cuan nuevas complicaciones fueron después de los doce años que pasaron juntos.

¿Tal vez, esta vez podría soportarlo de nuevo como antes?.

¿Qué más podría hacer si no lo soportaba?.

¿Tener una pelea? ¿Hacerle cortar lazos con el chico?.

Si cortara lazos con este, habría otro.

Ya estaba cansado de las peleas interminables donde nunca tuvo el final que deseaba.

¿Tal vez él podría romper con él?.

Para arreglar las cosas de una vez por todas.

Así es, de una vez por todas. Levantó las comisuras de sus labios en burla de sí mismo.



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En la noche, cuando Yan Han atrajo a Wen Qing a su abrazo, a Wen Qing no le gustó la proximidad e instintivamente apartó a Yan Han.

La atmósfera al instante se volvió un poco incómoda. Yan Han agarró la mano de Wen Qing y le acarició el nudillo con el pulgar un par de veces: "¿Qué pasa? ¿Te sientes triste?".

Wen Qing inspiró profundamente: "No, he estado muy cansado estos días".

Yan Han sonrió: "Te quedas en casa desde la mañana hasta la noche y ni siquiera sales a caminar. Te vas a asfixiar por estar dentro todo el tiempo".

Wen Qing recuperó su mano, "Sí". Se dio la vuelta para mirar hacia atrás a Yan Han.

La mano de Yan Han se posó en su cadera y Wen Qing dijo: "Es bastante tarde. El trabajo ha estado ocupado para ti en estos días... ve a dormir".

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