Mirar Las Escenas De Libertinaje.

Capítulo XLI.

Wen Qing regresó a ese lugar.

El lugar en el que una vez había vivido y llamado hogar durante doce años.

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Wen Qing le dijo a Yan Han que quería regresar al Condado S.

Yan Han miró en silencio a Wen Qing, "¿Tienes algo que necesitas para volver y agarrar? No hay necesidad de tantos problemas, solo puedo comprarlo para ti".

Wen Qing negó con la cabeza. "Ya he hecho una promesa contigo. ¿Todavía tienes miedo de que me vaya?".

"Sí". El otro hombre asintió con la cabeza honestamente.

"No huiré". Wen Qing sostuvo un cigarrillo entre sus dedos y dio una calada, "Mi tienda todavía está allí. Necesito entregárselo a Han Wei y dejarla con unas pocas palabras".

Yan Han se encontró con los ojos de Wen Qing. Al ver la persistencia en los ojos del otro, Yan Han dio un paso atrás, "Está bien. Iré junto a ti".

Wen Qing fumó su cigarrillo y asintió con la cabeza.

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Cuando Han Wei vio a Wen Qing, sus labios formaron una gran sonrisa: "¿Has vuelto, Wen Ge?" Luego vio al hombre que estaba detrás de Wen Qing y se quedó sin aliento con sorpresa.

Wen Qing miró a Yan Han y luego a Han Wei, "¿Qué?".

"¿Ustedes dos se conocen, Jefe?".

"Sí, ¿qué te pasa?".

Han Wei inclinó la cabeza y se echó a reír: "Este cliente viene a nuestra tienda casi todos los sábados para comprar dos porciones de tiramisú. Así que resulta que él estaba cuidando de tu negocio".

Wen Qing asintió despreocupadamente con la cabeza antes de subir a su habitación.

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Yan Han estaba parado afuera de la puerta del dormitorio.

Wen Qing levantó la cabeza y le lanzó un vistazo: "¿Por qué no entras?".

Yan Han se rió: "Todavía recuerdo que no te gusta que otras personas entren al azar en tu habitación".

"No soy tan fastidioso. Entra". Las esquinas de la boca de Wen Qing se levantaron en una sonrisa fría.

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En ese entonces, cuando se reunió por primera vez con Yan Han, hubo una vez en que Yan Han fue a echar un vistazo a su casa alquilada. Lo recorrió por todas las habitaciones, excepto por su propia habitación,

En ese momento, Yan Han lo había abrazado por detrás y le preguntó: "¿Por qué no me enseñas tu habitación?".

Él frunció el ceño y dijo: "Realmente no me gusta que otras personas vayan adentro".

Al final, Yan Han todavía se quedó y durmió en su habitación. Más tarde, cuando adquirieron su propia casa, nunca pensó en comprar un lugar para él.

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La situación actual ... ha ... sentí que se había convertido en una especie de trabajo caritativo respetuoso. ¿O tal vez incluso la ingración?.

Wen Qing empacó algunos artículos. Buscó en el armario algunas cosas como facturas y contratos.

Yan Han se quedó a un lado y dimensionó la habitación.

Sólo había necesidades simples. Era tan simple hasta el punto en que parecía algo indigente.

Yan Han miró a la cama.

Era una cama doble, pero solo había una almohada.

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¿Wen Qing también se despertaría en medio de la noche como él lo había hecho durante los últimos tres años y comenzaría a mirar fijamente a la cama vacía?.

¿Hubo alguna vez una fracción de segundo cuando Wen Qing quería volver a su lado?.