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Llegaron a la casa de la chica. Era una pequeña casa en una zona de casas pequeñas. Era azul oscuro, con algunos toques rojos, que para ser sincera no parecía pintura. Al llegar le ofreció donde sentarse y algo de tomar. Le ofreció un jugo raro pero que según la chica "le iba a ayudar en un futuro". En cuanto terminó de tomar la bebida, la chica la llevó a otro lugar. Ahora estaban del otro lado de la casa. Había muchas manchas rojas, un espejo medio roto y los muebles manchados. Se sentó en una silla, la tapó conpletamente exceptuando el cabello. Empezó a rociarle un spray rojo al cabello. Cerró los ojos. Al abrirlos, su pelo era color rojo intenso.

—Solo será temporal, cuando te vayas el color desaparecerá solo si no pasas más de veinticuatro horas en este mundo. Si no, se hará permanente y no podrás salir de aquí — Le dijo la chica.

—¿Cómo te llamas? — preguntó Mish muy curiosa, cambiando el tema de la conversación.

— Elle... — Mencionó — Elle Rouge, ¿Y tú?

— Mish Keke — Le dijo

— Bueno, Mish, Si no tienes nada más que hacer aquí vete cuánto antes. — Elle quería que ella se fuera.

Mish le obedeció y siguió el camino por el cual llegó. Durante su camino vio muchos puestos de comida abiertos, la gente que atendía se veía enojada o molesta. A pesar de haber música y fiesta, estaban molestos. Escuchó al niño de nuevo, ahora su voz le guió hacia el mar. Entró de nuevo. Nuevamente se inmovilizó, pero esta vez tuvo una visión de un chico pelirrojo ojos miel. Desapareció. Despertó nuevamente en la playa. Era de noche en la playa y se fue inmediatamente a buscar a Yessenia.

— 🍒 —

Era el primer día de trabajo de Mish y Yessenia. Su trabajo era vender bocadillos a los lectores de Croasant.

—Un café americano con leche deslactosada — Dijo un chico pelirrojo, bajo de estatura y muy hermoso para Yessenia.

—¿A nombre de quién? — le dijo Yessenia al cliente

—Gian. Gian Miyou — respondió. Cuando localizó con la mirada a Mish rápidamente me habló — Tú, castaña.

Mish volteó, cuando rápidamente reconoció su rostro. La cara de Mish claramente expresaba extraño. Quería evitarle pero era un cliente.

—Va a ser otro americano. Preparalo al gusto de la chica castaña — Yessenia estaba confundida con el pedido del chico. — Y quiero que ella me los entregue — Gian salió a la terraza de la librería, con vista al mar.

— ☕ —

Mish obedeció al cliente y le llevó los americanos a la terraza.

—¿Quien eres y porqué me querías ver? — Mish estaba confundida

—Ayer te vi. Y me alegra poder encontrarte ahora. ¿Cómo lo hiciste? — Respondió Gian

—¿Cómo hice qué? — Dijo Mish un poco incómoda, mientras se apretaba el delantal.

—¿Como pasaste a éste mundo? ¿Cómo lograste algo, en lo que yo tarde años, en un segundo? — Gian se puso serio, estaba gritando en voz baja.

—Yo también quiero saber — Dijo Mish un poco preocupada.

—Nos vemos en la tarde, en la playa. Aclárame las dudas que me acabas de crear — Gian volteó a otro lado y se puso unos lentes de sol oscuros.

—Son 10 dólares por los americanos

—¿Dólares? ¿Qué es eso? — Gian estaba confundido

— 🧾 —

Esa tarde, Mish obedeció al chico. Necesitaba aclararse ella también las dudas.

— Aquí estoy ¿Que quieres? ¿Que quieres saber de mí? — Le dijo Mish Al chico

—¿Quien eres? ¿Cómo lograste pasar de aquel mundo a éste? — Gian estaba desesperado

—Eso a ti no te interesa — Al decir esto, Mish Se dio un paso hacia atrás, mientras tenía el ceño fruncido.

—¡Cómo lo hiciste! — Gian ya estaba enfurecido de más.

— Solo entré al mar, me dormí y llegué aquí ¿Algún otro dato que quieras? — Mish estaba un poco sarcástica

— Sí, ¿Porqué eres tan hermosa? — Gian estaba cambiando de personalidad. Éste Gian no era el mismo de antes, o quizá el de antes no era el de ahora.

—Vete de aquí, resolví tu duda, ahora vete y déjame en paz y no te aparezcas de nuevo — Mish ya estaba muy alterada

—No puedo irme si no vas tú — Le dijo Gian

Mish estaba confundida. Lo que pasaba en realidad es que no podían estar separados en los mundos, uno en uno y el otro en otro. Era imposible. El portal no se abriría si no pasan los dos. Gian lo sabía más que nadie, Gian se dedicó toda su vida a saber cómo funcionaba ese portal.

— Si te sigo viendo después de cinco minutos, estás muerto. —diciendo esto, Mish se fue, dejando a Gian en la playa

— ✨ —

Segundo día de trabajo de las chicas. Yessenia deseaba que Gian regresara, y se cumplió.

-Ahi viene, ahí viene, ¡Ahí viene! - Gritaba Yessenia mientras Gian llegaba al establecimiento — Buenos días, señor Gian — Decía Yessenia mientras le hacía una reverencia

—¿Porque le haces una reverencia a ese patán? No se merece nada de eso. Buenos días, Maldito brujo — dijo Mish molesta.

—¿Porqué tan de mal humor, señorita Mish? — dijo Gian de manera arrogante — ¿Tu novio no te ha hablado desde hace una semana? Que tristeza que ese novio no sea yo, porque sinceramente no haría lo mismo, yo movería mar y tierra para contactarme contigo

—No me importa si lo harías o no, déjame en paz, y no me digas señorita si tienes la misma edad que yo. Ahora resulta que eres viejo. — Dijo mientras volteaba a otro lado con los brazos cruzados

—¡Tengo dos años más que tú, tonta! — le gritó Gian

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