—Vamos Mish, Se que me quieres en el fondo — Dijo Gian, quien en ese momento tomó sus hombros, creando un sonrojo en la cara de Mish
—Ya te dije que me dejaras en paz — Diciendo esto, Mish Se fue a atender a un cliente que no pedía de su ayuda, pero quería alejarse de ese tipo
—Dusculpe a Mish, señor Gian — Dijo Yessenia mientras tomaba las manos de Gian — No ha podido dormir, dice que tiene pesadillas
—¿Y a ti desde cuándo te dejan vestirte tan provocativa? Deberías cuidarte un poco más, aquí vienen niños — Dijo Gian con cara de asco. Yessenia se había incomodado un poco, ya que había hecho un outfit "adecuado" a sus gustos; Un short negro y una blusa azul con blanco, manga larga — Pero sin duda te ves sensacional con ese outfit ¿Te gustaría ir a cenar waffles después del trabajo?
—Me encantaría ¿Quiere que invite a Mish también? — Decía Yessenia muy emocionada
—Claro, invita a Mish. Si o sí querrá salir conmigo sin importar todo lo que ha pasado entre nosotros dos. — Gian murmuró lo último sin que Yessenia escuchara.
Al salir del trabajo en la tarde, Yessenia habló con Mish. La había logrado engañar diciéndole que quería probar los waffles del lugar cuando en realidad era una "cita" con Gian.
Era de noche.Mish fue muy linda al lugar, con un vestido blanco sin mangas, muy lindo. Yessenia también se había arreglado para ir a ver a Gian, pero su atuendo no era la gran cosa, pantalón negro y una blusa vino, nada más. Cuando llegó Gian Mish se había enojado. Yessenia dijo que era una simple coincidencia, cuando Mish sabía que era un plan con maña. Sabía que se lo iban a encontrar. Se sentaron en una mesa. El lugar estaba lleno de gente, había luces de navidad blancas adornando. Es un estilo vintage y aesthetic muy lindo.
Yessenia pidió unos waffles sencillos con bola de helado al igual que Gian. Mish Solo quizo una malteada.
—Yessenia, que coincidencia. — había llegado Aiors, un amigo de Yessenia. De hecho, se dice que es su ex-crush, pero nadie sabe lo que pasó ahí. Yessenia se fue con él rápidamente. Se fueron a otro lugar, no sin antes despedirse y disculparse. Llegó el pedido. Gian le ofreció el waffle de Yessenia a Mish. Mish se negó, pero le tentaban mucho. Después de mucha insistencia, Mish lo aceptó, pero ya no tenía esa cara de enojo, si no que los aceptó con gusto. Empezó a comerlos, mientras que Gian le admiraba. Quizá se había enamorado de ella.
—Te ves muy linda comiendo waffles. Deberíamos hacerlo más seguido.
Mish se sonrojó fuertemente, pero fue por pena.
—Metete en tus problemas. — Mish le miraba, no estaba enojada por primera vez.
Ambos siguieron comiendo, pero había mucha tensión. De pronto, ambos escucharon de nuevo la voz.
—Ven, ¡Sígueme!
Gian se quedó boquiabierto. Vieron por la ventana del lugar que estaba el niño pelirrojo de antes. Ambos siguieron al niño al mar. Gian le sujetaba la mano a Mish. Mish se molestó.
—¡No lo malinterpretes! — añadió Gian, pero Mish seguía molesta.
Entraron al mar. Al despertar, estaban ambos en la playa de nuevo. Aquella playa, con vista a la ciudad. Mish se estaba cuestionando porqué entró de nuevo, sabiendo que no debía hacer nada ahí. Gian corrió a la ciudad, cuando se dio cuenta de que Mish se había quedado parada viendo al suelo.
—¿Porqué no vienes? Nadie muerde aquí, lo sabes — Dijo Gian. Mish Solo se tocó el pelo de manera exagerada. — Cierto. Sígueme — Le tapó la cabeza durante un abrazo y la llevó con Elle, quien le dio una cálida bienvenida.
—¿No te dije que no regresaras? ¿Porque viniste de nuevo? — Elle estaba molesta. Gian le explicó que vio al niño y vino rápidamente. Elle estaba feliz de verla de nuevo, pero sabía que ella ya ni regresaría.
Era de noche. No sabían donde dormir. Gian no regresaría a dónde estaba antes de pasar el portal, ya que ese lugar está muy lejos. Por lo que se quedarían a dormir con Elle, obviamente con su permiso. Fueron todos a dormir. A Mish le tocó una habitación no muy grande, pero tampoco tan pequeña, con una cama individual y una ventana al patio. Ese día, ella no regresaría a casa. Lo sabía perfectamente. Quizá nunca regresaría, simplemente por seguir a aquel chico que quizá es el causante de todo desde un inicio.
Gian no durmió, se quedó en la habitación que le tocó sentado en la cama.
— 🌙 —
Mish estaba dormida. Su mente estaba en blanco. Empezó a soñar.
En su sueño se encontraba en un lugar blanco. Totalmente blanco. Cuando apareció él. El creador de todo el problema. El chico de colores.
El chico de colores es quien provocó que Mish haya empezado a huír. El chico de colores venía todas las noches a quedarse en sus sueños, sonriendo de manera macabra. El chico de colores estaba con ella todas las noches. Nunca faltaba. Mish había dejado su casa en primer lugar, pensando que era porque el lugar donde antes vivía era la capital de las brujas. Dónde no era raro encontrarse a alguien que haga magia negra. Entonces se dio cuenta de que no era eso, pero aún así seguía huyendo.
—Regresa. Debes regresar — Le decía el tipo con su voz aterradora.
“Regresa... Debes regresar”
Esa frase estuvo con ella toda la noche. Quería irse. Y lo hizo. Salió de la habitación. Cuando se encontró con un hombre afuera del lugar. Era algo y ancho. Con un uniforme rojo.
—Viajera...
Se la llevaron del brazo. Ella gritaba, solo Gian logró escucharla, pero tarde reaccionó. La metieron a la cajuela de un auto. Se la llevaron a una cárcel llena de flores rojas, que de hecho es curioso, porque en la ciudad no había flores más que en la cárcel. Que curioso que el lugar más feo es el que tiene flores, lo cual lo hace lindo. Que curioso que el lugar en donde mucha gente muera sea el lugar más hermoso de la ciudad.
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Red
Short StoryUna ciudad obsesionada con el color rojo por una cruel razón. Dos dimensiones que se cruzaron por accidente. Una chica que escapa del chico de colores. Mish es una chica de 19 años que huye junto con su hermana del chico de colores, un personaje que...