Se escucharon los gritos de Elle en el fondo. Gian y Mish comenzaron a ver por todos lados pero solo veían árboles, y más árboles. De pronto, vieron como un hombre alto se llevaba una bolsa que se movía. La bolsa gritaba, por lo que ellos asumieron que era Elle. Y acertaron. Se escuchaban sus gritos. El hombre subió a un pick up negro con rayones y se fue rápidamente. Gian y Mish decidieron seguirla. Obviamente iban corriendo pero no los alcanzarían.
Llegaron a la parte de la carretera, y a lo lejos se veía la ciudad. Porque el Bosque era enorme, y ellos estaban casi en el centro de él ya que ahí está el río.
Ellos siguieron corriendo, pero Mish poco a poco se estaba cansando, iba cada vez más lento hasta que cayó al suelo.
—¿Qué pasó Mish? ¿Porqué no corres?¡Levántate! ¡Tenemos que ir por Elle! — le dijo Gian un poco molesto
—Esperame un poco — Mish estaba respirando muy rápido y poco a poco mejoraba su respiración. Estaba muy agotada.
—Yo te puedo esperar, ella no. Súbete, yo te llevo —
Gian le invitaba a subirse a su espalda, la chica lo hizo sin dudar y siguió corriendo. Mish cayó dormida, pero era de esperarse, no durmió bien por culpa del chico de colores. Gian empezó a susurrarle, aunque ella no podría escucharlo:
—Hace 9 años eras una niña pequeña, idéntica a mi hermana. Ella venía todas las noches y me decía que fue mi culpa el que ella haya muerto en aquel río. Decidí que yo no tenía la culpa. Quería desahogarme, pero no quieres que me tacharan de asesino. Hablé con Feleex, el que gobierna la ciudad de Red, él me dijo que había una manera de acabar con mi dolor. Y ahora, la herida se abrió más, porque efectivamente. Es mi culpa.
Después de unos momentos, después de haber corrido por media hora llegaron a la entrada de la ciudad. Gian despertó a Mish y ella se bajó. Entraron a la ciudad. Al entrar vieron un sinfín de puestos de comida rápida al aire libre, típico de un carnaval. El gran reloj de la ciudad marcó las nueve, y todo se tornó rojo. Gian se llevó a Mish a un callejón oscuro y escondido, donde nadie los podría ver.
—Estamos en problemas — Gian murmuraba
—¿Porqué lo dices? — Mish se preocupó mucho
—La hora de la matanza se adelantó — Gian se molestó — Y es por mi culpa
—¿La hora de la matanza? — Mish hablo de manera exaltada.
—En la ciudad de Red, a las cinco de la tarde inicia la hora de la matanza. Curiosamente a las cinco de la tarde el sol sale e ilumina todo. Al iluminarlo, todo se pone rojo, absolutamente todo. Entonces si hay manchas de sangre, durante la hora de la matanza se hacen invisibles. Es una costumbre de Red. Pero ahora se modificó. Feleex adelantó la hora de la matanza a ahora porque nosotros estamos desaparecidos. Feleex sabe que estás aquí. Debemos volver ahora mismo a tu mundo.
—¿Quien es Feleex? — a Mish le salían más dudas que respuestas
—Feleex es mi maestro, el que gobierna la ciudad de Red. Es el brujo al cuál teníamos que buscar para deshacernos del chico de colores. Él fue el que lo causó, él sabe quién es y él sabe cómo detenerlo. — Gian se mordió el labio nervioso
—¿Y él nos quiere matar? — Mish aún no se calmaba
—Me tacharon de traidor cuando me fui contigo a tu mundo, no dudo que ahora me traten de asesinar. Lo hizo a propósito, y no se va a calmar hasta las diez de la mañana. ¿Que piensas hacer, Mish Keke? — Gian le respondió
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Red
Short StoryUna ciudad obsesionada con el color rojo por una cruel razón. Dos dimensiones que se cruzaron por accidente. Una chica que escapa del chico de colores. Mish es una chica de 19 años que huye junto con su hermana del chico de colores, un personaje que...