Parte 7: Noche y mas noche...

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La canción de daft punk que tenía como timbre empezó a sonar, así que me pare de la mesa y fui a mi habitación en búsqueda del celular. Solía tener aquel aparato en silencio todo el tiempo, pero ahora me interesaban los mensajes y llamadas de mi nuevo par de amigos, así que había escogido aquel timbre mientras esperaba a ser atendido en el hospital aquella tarde.
La llamada entrante era de un número desconocido, pero de alguna forma pude predecir quien se encontraba al otro lado.
"¿Que me has estado haciendo maldito?" dijo Daniela con una voz bastante ronca.
"¿De qué hablas? ¿Estás loca? ¡casi haces que me maten!" le respondí airado, pero moderando el volumen de mi voz para que el par de mujeres en el comedor no escucharan.
"Tú me estas matando a mí, ¡no he podido dormir ni comer nada desde que follamos! esa maldita cosa no me deja en paz y me hace vomitarlo todo... ¿Qué clase de hechizo estas usando? ¿Qué quieres de mí?" grito ella con desesperación para seguidamente empezar a toser.
"¿Hechizo? No se dé qué me hablas, hasta hoy me entere que las brujas eran reales" le explique, perdiendo un poco de la ira que me inundo en un comienzo.
"¡Cállate maldito mentiroso! tú y ese par me quieren matar, pero yo también tengo amigos y esto te saldrá muy caro, ¡detente ahora mismo o de esta noche no pasas!" exclamo la bruja antes de colgar.
Me asusto la amenaza de Daniela, quien ya había demostrado estar poco interesada en mi salud, pero luego me sentí agradecido de poder comer y dormir con normalidad. Al parecer ella era otra víctima de las circunstancias, si, una hija de puta, pero quizás no era del todo culpable.
Le escribí un mensaje al nuevo número, explicándole más o menos lo que había ocurrido y dejando en claro que también quería que todo terminase, pero nunca recibí respuesta.

Regrese a la mesa y Lina se levantó casi al mismo tiempo, llevando consigo los platos en que ella había comido para lavarlos en la cocina.
En ese momento sentí un aire frio proveniente del balcón, así que mire hacia este y observe el cielo gris y las luces intermitentes en la lejanía.
"Hoy lloverá, no dejes la ventana abierta o te enfermaras aún más" me dijo mama, en un intento de preocupación que me resulto tierno, pues su mente no estaba realmente presente.
"Si señora" le respondí, para seguidamente devorar mi comida tan rápido como me fue posible.
Mama me miro extrañada, olvidándose de sus problemas para pedirme que comiera como una persona decente, uno de mis propósitos, pero no fui lo suficientemente rápido como para alcanzar a Lina, quien se fue a su habitación en silencio luego de terminar de lavar.
Agradecí a mi madre y bese su frente, luego de terminar de comer, para seguidamente lavar mis platos y los suyos. Una vez finalizada la tarea, fui a la habitación de Lina, cuya puerta se encontraba entreabierta.
Ingrese al cuarto y encontré a mi hermana sentada en la cama, mirando su celular. Ella me miro y levanto sus cejas, como preguntándome que quería.
"Creo que hoy deberías dormir con mama" le dije, y ella perdió todo interés en continuar jugando a estar enojada.
"¿Por qué? Ella ni siquiera me cree lo del fantasma, ¡me siento más segura contigo!" me dijo entre pucheros.
"Mamá esta triste, sabes que algo anda mal entre ella y papá, deberías acompañarla" le dije en tono serio, esperando persuadirla.
"Si, ya sé que todo está mal entre ellos y no necesito leer mentes para saber que no es esa la razón de que no quieras acompañarme más" dijo ella con tristeza, perdiendo su mirada nuevamente en el celular.
No quería que estuviera con migo aquella noche, pues Daniela había amenazado con que algo pasaría y Lina había mostrado ser susceptible a las cosas mágicas esas, a diferencia mía. Al final, como siempre, deduje que lo mejor sería alejarla, pero no quería repetir el mismo error que llevaba cometiendo desde hace un año.
"Lina, yo si te quiero, eres mi hermana y seremos familia siempre, perdóname si te he hecho pensar lo contrario" Le dije, siendo consciente de que eso era lo que ella buscaba desde un principio con su juego tonto.
"Solo me dices lo que quiero escuchar" Respondió ella, pero podía notar como mis palabras habían hecho efecto en su interior, y me sentí feliz al confirmar que a ella le bastaba con mi amor de hermano.
"Sabes que es enserio... noto que lo sabes" Le dije y ella sonrió, aun mirando la pantalla de su celular.
"Pues yo también sé que no me has dicho la verdad de por qué no me quieres acompañar hoy ¿te dan asco mis sentimientos ahora que los conoces?" pregunto ella, alejándose por completo de la realidad. Aunque su mente era un caos en torno a ese tema, sus sentimientos hacia mí me parecían... algo hermoso.
Al final tuve que reconocer la astucia de mi hermana, así que le conté la verdad respecto a las preocupaciones que me había generado la llamada de Daniela y le exigí nuevamente que durmiera con mama. Vi como preparaba sus quejas, pero le bese la frente para despedirme y la deje allí antes de que pudiera protestar, totalmente embobada.
< Creo que empiezo a entender la hipnosis > pensé.

Las luces del patioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora