- Después de insistir por una semana completa, Izuku acepta ayudar a las chicas de su clase con la presentación de Animadoras en otro torneo que la UA está organizando. Lo que no esperaba, era despertar un deseo salvaje en algunos chicos de su clase...
Martes, 6:40 PM/ 30 días antes de la presentación.
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La convivencia en los dormitorios se había vuelto un martirio para los chicos desde que el "Concurso de Porristas" se mencionó en clases. Las chicas se la pasaban gritando o corriendo por todo el edificio.
—¡SÍ!— No saben en qué momento pasó todo, pero Mina cayó de la nada. Deku y Todoroki que eran los únicos chicos que se encontraban allí, se levantaron rápidamente y fueron su auxilio.
— Ashido-san, ¿Te encuentras bien?— Deku se agachó y tomó de la mano a Mina, ayudándola a levantarse.
— ¡MINA!— Las otras chicas iban llegando, bajando por el ascensor.
— No se preocupen, no me pasó nada.— Los chicos se vieron y asintieron aún no muy convencidos.
— ¿Cómo te caíste de la nada?— Mina y las chicas se vieron por escasos segundos a la cara.
— Me caí de las escaleras.— La rosada sonreía. Todas las chicas negaron, Mina no tenía solución. Todoroki e Izuku se vieron a los ojos, un poco extrañados.
— Ashido-san, no tenemos escaleras.— Mina abrió sus ojos.— ¿Realmente te encuentras bien?
— Pues...
Momentos antes. — Ya es muy tarde y tú no le has hablado en ningún momento a Deku-kun para que se integre al grupo.— Las chicas se encontraban reunidas alrededor de Momo. Estaban en la habitación de esta.
— Ya les dije que tenía planeado hablarle en la noche.— Todas seguían discutiendo, menos Mina, la cual estaba husmeando en las cosas de Yaoyorozu.
— ¡LO TENGO!— Ashido gritó fuertemente, haciendo que las demás casi se infartasen.
— La próxima vez que vayas a hablar Mina-Chan, avisa primero, Kero.— Tsuyu realmente estaba espantada.
— Lo siento, solo que ya tengo la idea perfecta para que Yaoyorozu le hable a Midoriya.— Todas la miraron extrañada.
— ¿Y eso como sería?— Preguntó Momo.
— Te vas a tirar desde el segundo piso.— Empezaron a reír, creyendo que era broma, pero al ver esa sonrisa en el rostro de Mina las risas cesaron. Se dieron cuenta que ella no estaba jugando y que la idea realmente iba enserio.
— ¿Estás loca?, ¡Podría morir!— Momo estaba un poco histérica.
— ¡No me dejaron terminar!— Mina chilló.
— ¡Pues completa la oración o el enunciado que tengas por decir!, cada vez que vas a hablar o a decir algo, lo cortas y pones esa sonrisa de loca.— El ambiente se estaba poniendo tenso.
