Chapter XIV

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- ¿No serán...? - estaba diciendo Bleu cuando fue interrumpido por mí.

- Shhhh - dije en voz baja.

- Pero ni siquiera estamos seguros de que sean... - esta vez mi papá fue el silenciado.

- ¡Shhhh! - dije de nuevo.

Pueda que no sean los guardias, lo sé, pero no pienso correr riesgos.

- (No hagan ruido) - les dije moviendo los labios y haciendo gestos con la mano.

-(Está bien) - dijeron todos con sus manos.

Sería muy malo que justo ahora aparecieran los guardias, ¿verdad? Pues eso es lo que está sucediendo justamente ahora mismo. ¿Que cómo lo sé? Pues... Punto número uno: se escuchan sonidos de metal afuera del taller, ¿qué está hecho de metal? exacto, las armaduras; y, ¿quiénes llevan armadura? los guardias. Y punto número dos: ¿quiénes están preguntando por Mary en los negocios?, ¡los guardias!, ¡Más obvio no puede ser!

- (Vayamos a la parte de atrás) - les indiqué señalando la parte trasera de taller.

Justo cuando todos llegamos a esa parte finalmente pudimos hablar ya que aquí no se escucha.

- Hijo creo que estás siendo demasiado paranoico, aún no hemos visto quién son los que estaban afuera.

- Eso es cierto, tarado. Además este lugar no es tan conocido como para que vengan aquí.

- Yo creo que no está de más ser precavidos, aún sabiendo que los guardias podrían estar cerca. - dijo Mary un poco asustada.

- ¿Ven?, ella sí me apoya.

- Solo porque es tu novia oye, jajaja. - dijo Bleu.

- Bueeeeeeeeeeeeeeenaaaas. - se escuchó desde afuera.

- ¿Qué hacemos?, no falta mucho para que pasen por la entrada del taller. - dijo mi papá.

- Simplemente hay que ocultarla aquí atrás, no es como que vayan a entrar, ¿o sí?

- No estoy seguro Bleu. ¿Y si quieren revisar la parte de atrás también? La podrían encontrar y no me quiero arriesgar a que eso pase.

- Entonces si no hay de otra pueden irse por la parte trasera del taller. - dijo mi padre mientras movía un martillo el cual se suponía que no debería de poder moverlo por sí mismo.

- ¿Qué estás diciendo? Si no tenemos salida trasera... - iba diciendo cuando se empezó a abrir una salida secreta por la parte trasera del taller.

- ¡Woah! - dijo Mary sorprendida.

- ¿Qué rayos?, tío, ¿por qué tiene una salida secreta?

- Sí, papá, ¿por qué la tienes?

Tanto Mary, Bleu y yo estábamos anonadados. Realmente no esperaba que existiera una salida secreta en el taller, quiero decir, ¿por qué habríamos de tenerla en primer lugar?

- No es momento para explicaciones, jajaja. Les prometo que les contaré luego, ¿sí? De hecho es bastante gracioso, pero luego les contaré la historia. Ahora ya vayanse.

- ¿Irnos?, ¿no vendrás con nosotros? - le dije.

- Podemos irnos todos juntos papá Thammer, no tiene por qué quedarse aquí. - dijo Mary.

- Alguien tiene que distraerlos mientras ustedes se van.

- Así es, por eso yo también me quedaré. - dijo Bleu.

- No es necesario que hagas eso, puedo manejarlos solos. - dijo mi papá sonriendo mientras lanzaba pequeños puñetazos al aire.

- Lo sé, tío, pero me estoy quedando porque sé que si las cosas se salen de control usted solo piensa en golpear, como ahora mismo, jajaja. - dijo riéndose Bleu.

- ¡No los iba a golpear! - decía mi papá ante la broma de Bleu.

- Pero lo pensó, ¿no es cierto? jajaja.

- Un poquito, pero solo si se ponía extraña la situación, jajaja.  - terminó admitiéndolo.

- ¿No creen que están muy relajados?, ¿qué pasará si realmente ellos descubren que ella estuvo aquí?

- ¡Que no pasará nada, hombre!, ahora ve, no pierdas tiempo, pero no olvides que me debes una.

- A mí también, limpiarás el taller la próxima semana, no lo olvides.

- De acuerdo, cuidense y por favor que esto no se salga de control. - dije mientras sujetaba a Mary de la mano para irnos.

- Hasta luego y muchas gracias por ayudarme. - dijo ella un poco preocupada por ellos dos.

Ambos atravesamos el pasaje secreto y luego escuchamos como se iba cerrando la entrada a este.

- ¿Qué deberíamos de hacer ahora? - me preguntó Mary.

- Por ahora vayamos a casa, ahí estarás segura hasta que pensemos que hacer. - le dije.

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Así que ahora aparentemente estamos metidos en un lío difícil de escapar, supongo que hay que resolver esto como los machos que somos, aunque no muchos. Claro, eso si es que hay que pelear, lo cual espero que no lleguemos a eso. Yo, Bleu Seastar, no soy alguien muy fornido que digamos, así que no se me dan muy bien las peleas.

- ¡Con permiso! - dijo una voz desde afuera.

- Entraremos de todas maneras, espero no le moleste. - dijo otra.

- Apura Bleu, tenemos que atender a los hombres que ya entraron. - dijo el tío Thammer.

- ¡Sí, tío!

- Ya vamos, un momento. - grito el tío mientras nos acercabamos a la parte principal del taller.

- Buenas tardes, queremos que nos repare una espada, por favor.

- Claro, no se preocupen... - iba diciendo el tío mientras movía la cortina que servía como división de las habitaciones cuando se dio cuenta.

- ¡Ellos no son los guardias! - exclamé.

A Través De Mis MiedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora