- ¡Apresúrate Mary!
- ¡Sí, Red!
Decidimos irnos a casa y no perder más tiempo afuera porque mientras más tiempo pasabamos afuera, más peligroso se volvía. Aunque la distancia no fuera mucha, igual había que apresurarnos ya que la gente podía dar información a los guardias sobre Mary si preguntaban por su descripción.
- ¡Ya casi llegamos Mary!
- Sí, pero me preocupan ellos...
- No te preocupes, sabrán manejarlo bien, yo lo sé. - le dije tratando de ser positivo.
- ¡Mira, ahí está la casa!, ¡lo logramos...! - estaba diciendo cuando de repente escuché unas voces.
- ¡La encontramos! - dijeron las voces desconocidas.
Acto seguido los hombres desconocidos atraparon a Mary.
- ¡Hey!, ¿qué creen que hacen?, ¡suéltenla!
- Finalmente pudimos encontrarla princesa, sí que fue difícil, pero finalmente podremos regresarla al palacio. - dijo uno de los hombres.
No puede ser, dijeron palacio, ellos deben ser los guardias, ¿entonces no eran los que llegaron al taller?, ¡maldición!
- ¡Así que fuiste tú quien secuestró a la princesa Mary!, ¡no te lo perdonaremos! Lo juro por mi espada, yo, el gran Raymond Spark, acabaré contigo. No se preocupe princesa, yo pondré fin a la vida de este criminal.
- Tranquilo Raymond, no vayas a hacer cosas imprudentes delante de ella. - exclamó el otro hombre.
- No lo haré, Guélem, solo lo golpearé hasta que se arrepienta de sus fechorías. - dijo el tal Raymond. Así que el otro hombre se llama Guélem.
- ¡Yo no la secuestré!, pero tampoco permitiré que se llevan a Mary, ¿oyeron? - les dije.
- ¡Suéltenme! Yo no quiero regresar al palacio, por favor Guélem, déjame ir. - le dijo Mary al guardia llamado Guélem.
- Lo siento mucho princesa, pero no tengo permitido hacer eso, nuestras órdenes fueron claras, regresarla al palacio sana y salva, y yo Guélem Rockheim, lo cumpliré.
Así que Mary conocía al hombre llamado Guélem, qué puedo hacer ahora, si no hago nada esos hombres se van a llevar a Mary y no puedo permitir que eso suceda. Además, ellos no parecen ser nada débiles, son guardias reales después de todo.
- Ahora es momento de que pagues por lo que has hecho sinvergüenza. - exclamó Raymond.
- ¡Deja en paz a Red, Raymond!, él solo me estaba ayudando. - le dijo Mary.
- Lo lamento señorita, pero veo que está cegada por la influencia de este insecto. No se preocupe que ya acabará muy pronto. - respondió Raymond. Ese tipo está loco, no entiendo de donde saca tantas afirmaciones sin pruebas.
- ¡Te estoy diciendo que yo no hice nada!, ahora suéltenla que ella no quiere ir con ustedes.
- Lo siento mi pequeño amigo pero eso no va a suceder, sé que tú no te llevaste a la princesa porque tengo información que apunta a que ella se escapó sola del palacio, pero aún así no puedo permitir que interfieras en esto. No quiero lastimarte, así que, ¿podrías retirarte por favor?
- Hey de eso nada, pueda que él no se la haya llevado pero ahora está interfiriendo, además mírale, con esa forma en la que anda vestido y esa cara de retrasado, qué cosas horribles puede haberle hecho a nuestra princesa. - dijo molesto Raymond.
- ¡Él no me hizo nada!, sólo me ha ayudado todo este tiempo, no le hagan daño. ¡Red huye!, ¡Ellos son muy fuertes!
- No puedo hacerlo, no puedo dejar que te lleven al palacio Mary, tú odias ese lugar y si regresas te obligarán a hacer cosas que no quieres. No permitiré que te casen con alguien a quién tú no amas. - exclamé.
ESTÁS LEYENDO
A Través De Mis Miedos
Random«Está bien tener miedos, porque son pruebas de que estás vivo; ellos no son algo malo, más bien nos ayudan a crecer y a superar nuestros límites, así que... ¿Por qué debería de rendirme ante ti? En realidad te agradezco, porque superaré este miedo y...