Chapter IV

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Al parecer es cierto lo que dicen respecto a que el tiempo vuela cuando te diviertes, o bueno, en este caso cuando conoces a una hermosa chica que estaba siendo perseguida y que luego es salvada por ti y tu inesperada habilidad para pelear. De hecho, todo esto sucedió en la tarde, por lo que no es extraño que anocheciera rápidamente, sin embargo una pregunta me estaba rondando en la cabeza... ¿Tendrá ella un lugar seguro para pasar la noche? Podría pasar la noche en mi casa, aunque no creo que a alguna chica le agrade la idea de quedarse a dormir en la casa de un chico y mucho menos de un desconocido, así que creo que será mejor llevarla a su casa.
Si bien Mary me dijo que estaba siendo perseguida por esos hombres, no me dijo el por qué y cómo es que sucedió todo ese asunto de su persecución, ¿Sabrán ellos la ubicación de su casa?, ¿Será seguro para ella ir allá? Es probable que no se hayan rendido todavía, así que es muy peligroso para que se vaya sola, por lo que decidí acompañarla.
- Creo que es hora de que nos vayamos de aquí, podrían regresar, déjame acompañarte hasta tu casa.
- ¿Mi casa?
- Sí, tu casa, ya sabes, el lugar donde vives. - le dije bromeando.
- Bueno, a decir verdad, yo no vivo en esta ciudad.
- ¡¿Qué?! Entonces ¿cómo llegaste a parar aquí? - le pregunté sorprendido.
- ¿No te mencioné que estaba huyendo de esos hombres? - replicó ella, como si fuera lo más obvio del mundo.
- Podría decirse que mi casa está en la capital de Akaris.
Akaris es el reino donde vivo y la capital de este, está ubicado a varios kilometros de Ironnia, mi ciudad. Me pregunto como habrá hecho para llegar tan lejos desde su hogar siendo perseguida, aunque bueno, no es lo importante ahora.
- Entonces, ¿qué haremos? - le pregunté.
- ¿Haremos?
- Claro.
- Pero es mi problema. - me dijo extrañada por mi pregunta.
- Somos amigos, ¿no? Entonces tus problemas, son mis problemas.
- ¿En serio? ¿Me ayudarás de nuevo? - preguntó aún más sorprendida.
- Esa pregunta no es necesaria, por supuesto que lo haré, pero por ahora tenemos que ver donde pasarás la noche.
- Mmm... Está bien, supongo. - dijo algo sorprendida aún, pero con un tono distinto en su voz, ¿Será que por fin está empezando a confiar más en mí?
No esperaba tener que llegar a esto, pero los hoteles en esta ciudad son un robo, a pesar de que los establecimientos no son muy buenos que digamos, y además de que no sabemos si es que esos hombres podrían estar cerca esperando el momento ideal para llevársela, así que sugerí la única opción viable que se me vino a mi mente.
- ¿Te gustaría pasar la noche en mi casa?

A Través De Mis MiedosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora