My Death Love [ShinKami]

Capitulo 9: El permiso, Momento de los Dueños

Denki de milagro llegó temprano. Aizawa le miró con sus negros ojos curiosos al ver al presente rubio con una sonrisa sincera y algo entre manos seguramente.

Su sexto sentido le decía que quería algo de su persona. Ya era viejo y no tenía que ser un genio para darse cuenta que Kaminari le miraba demasiado, tanto como si pidiera permiso incluso para hablar.

Aunque toleraba a la mayoría de sus trabajadores lo mejor que podía, esa mañana no estaba de buen humor, había discutido con su pareja, que irónicamente se llevaba muy bien con Denki, y Mic había estado ignorandolo como solo él sabia hacerlo.

Era molesto, asfixiante y aburrido.

— Si quieres decir algo dilo ya, me estoy molestando de solo verte revolotear de aquí para allá con esa cara de idiota que tienes — frunció el ceño levemente al ver la cara ofendida del pequeño rubio.

Pero en realidad de cierta forma sintió satisfacción de ver su reacción.

Tal vez Mic tenía razón y era un amargado de primera.

Denki se acercó hasta él y bajó la cabeza en una obvia reverencia. Aizawa subió una ceja en ademán confuso.

—¿Y bien, que tienes que decir? — preguntó en tono seco.

El rubio junto sus manos nervioso, tanto así que que trono sus dedos levemente sin querer.

— Yo quería pedirle un favor jefe — musito bajamente, mientras hacía contacto visual con esos negros ojos que parecían un completo abismo.

Sintió los nervios recorrer bajo su piel. Pero no iba a cohibirse. No en ese momento en que necesitaba el permiso de forma urgente.

Su salud estaba en juego.

— Hoy tengo una cita médica, me gustaría pedir permiso para ir, es solo por esta vez, es a las tres de la tarde... —

Aizawa le escucho atentamente sin quitar su sería expresión. Era raro que de todos sus trabajadores el rubio pidiera permiso para algo, ya que la que más se ausentaba era Ochako, y se sorprendía de aún no haberla despedido.

Tal vez los apreciaba de cierta forma retorcida.

— Bien pero sólo por esta vez lo permitiré, la próxima vez quiero que me pidas el permiso de forma escrita como todos los demás, recuerda que tu no eres una excepción — dijo dándose la vuelta y volviendo a tomar una de las bandejas para adentrarse en la cocina.

Denki parpadeo varias veces al escuchar la respuesta de su jefe, no esperaba sinceramente que aceptará darle el permiso, estaba muy sorprendido.

Pero aún así agradeció internamente a cualquier Dios que haya querido escucharle y con fuerza renovada comenzó sus labores atendiendo como de costumbre.

Tal vez ese día sería de suerte.

Aunque al dirigirse a tomar su delantal recordó que Aizawa le había pedido que fuera por algunas cosas que se necesitan, así que no lo pensó mucho y salió con el dinero en mano, que se dejaba en una cajita dedicada sólo a las compras, cuando estuvo listo con todo lo que tenía que comprar apuntado en papel, salió del local sonriendo a los clientes que llegaban.

El día era brillante, el viento soplaba suavamente y no estaba haciendo un calor infernal, sonrió contento por haber obtenido el permiso. Era un buen avance el hecho de que tenía que empezar a cuidarse.

Ya que si terminaba mal por su propia estupidez no tendría excusas que decir cuando llegara al cielo.

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