Dieciocho

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Ignorándome un momento se zafó de mi agarre y camino hasta Kim.

El estaba estático y quería aprovechar eso para irme y no se tomar un vuelo al otro lado del mundo, cosas de la vida.

—¡Adiós Señor Taehyung, espero verlo pronto!—Se aferró formando un abrazo en su pierna y le sonrió dulcemente.

—Bebé, vámonos.—Asintió despidiéndose con su pequeña manita de Kim y comenzamos a caminar.

—¡Esperen!—No iba a detenerme pero EunBi si así que me paré con ella y volteamos al mismo tiempo.—Puedo llevarlas, si gustan claro.—Se acercó a paso lento con sus manos metidas en los bolsillos de su pantalón.

Le implore con la mirada que no hiciera esto. No ahora. Pero le valió una mierda mis suplicas silenciosas y le sonrió a mi pequeña quien lo miraba emocionada.

—¡Claro que queremos! ¿Verdad mami?—Asentí fulminando a Taehyung con la mirada, me ignoró, de nuevo.

Cargo a EunBi y comenzó a caminar con ella en brazos. EunBi le contaba cómo hizo nuevas amigas en el parque y como se le cayó su churro de azúcar al suelo, estaba triste, muy triste por su churro, o eso decía mientras lo miraba con una sonrisa. Taehyung escuchaba todo, atento el parloteo de mi pequeña como si fuera lo más fascinante.

Por un momento lo idealicé como un buen padre. Nos vi como una pequeña y hermosa familia. La manera tan dulce en la que miraba a mi bebé y como le sonreía me hacían sentir vulnerable. No podía ceder, no éramos una familia, ni lo más parecido. Que el sea su padre no le quita todo lo mierda que me hizo sentir y pasar. Y borrando por completo la fantasía, el estaba comprometido con una mujer demasiado hermosa para imaginarlo.

—Llegamos.—Bajo a EunBi y abrió las puertas de su auto. Resignada entre con mi pequeña en la parte del copiloto.

Me sentía incómoda, el ambiente era incomodo.

—¡Aigo! Su auto es genial señor Taehyung ¿A que si mami?—Asentí con una pequeña sonrisa mientras Kim encendía el auto y comenzábamos a arrancar.

—Pequeña ¿Que te parece si las llevo a cenar?—No, ¿Por que ahora Taehyung?.

—¡Vamos por pollo!—Me miró con ojos de cachorrito haciendo un puchero tremendamente adorable.—¿Si, mami?

Asentí rendida observando la amplia sonrisa de Taehyung. ¿Por qué las cosas tuvieron que ser así? Pudimos ser una familia, pudimos quedarnos juntos.

Gruñí levemente desvaneciendo mis absurdos pensamientos. El camino fue demasiado lindo y un buen recuerdo seguro. Mi pequeña bebé puso Twice en la radio cantando de memoria las canciones mientras bailaba.

Llegamos al local más famoso de pollo. Por suerte no estaba tan lleno y conseguimos una mesa rápidamente. Ordenamos pollo y refrescos acompañados de aderezos.

Pasamos un buen rato a decir verdad. Los ojos de mi pequeña brillaban de total felicidad. Yo más que nadie sabía cuanto extrañaba a su papá por más que no lo conociera. Ella le tenía un amor Tan puro y profundo que me destruía el corazón.

—¡Aigooo! Que no soy gruñona.—Me queje puchereando mientras me reía levemente.

—¡A que si! Señor Taehyung lo que usted no sabe es que mi mami casi me deja pelona en las mañanas antes de ir a la escuela, no sabe peinar muy bien.—Soltó pequeñas carcajadas acompañadas por la risa ronca de Taehyung. Me uní sin pensarlo disfrutando el momento.

Pasamos un muy buen rato y de vuelta a casa el camino fue muy tranquilo ya que EunBi se quedó dormida en la parte trasera del auto. La música estaba a un volumen bajo y yo miraba por la ventana.

Why? ; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora