Rakan y la oscuridad de un Guardián Estelar. (COMPLETADO)

Epílogo: Reencuentro y Vida.

Narrador.

"Zoe se deshizo de todo sentimiento puro, y entregó su cuerpo y alma a la materia oscura a cambio de poder, perdiendo su esencia, las bases con la que fue creada, amor y luz. Con su nuevo poder oscuro derrotó a sus hermanas y las exterminó, dejando al universo sin guardianas estelares para que lo protegiese. Su madre la estrella prima apenada por la pérdida de sus hijas e incapaz de eliminar a la única que le queda, por haber nacido de su ser, la encerró en el interior de una luna. Pero esta se liberó de su prisión, engañando a su cárcel al dejar un pequeño fragmento de sí misma y usando este recurso para crear las bestias que destruían planetas enteros a su paso, ensombreciendo la misma luna.

La estrella prima ya no creo guardianas a partir de su ser, sino que buscó individuos con talento a través del cosmos, para que sean investidos con su poder y se conviertan en las nuevas guardianas estelares, equipo de cinco por cada dominio, con la misión de seguir llevando el equilibrio en el universo y con la esperanza que puedan derrotar aquello que dejo libre en el infinito.

Ahora que Zoe ha sido derrotada, la estrella prima llora la perdida de una hija, asimismo también la perdida de incontables vidas guardianas que perecieron en las manos de su descendiente a través del tiempo. Posee una gran deuda y que debe compensar por el bien del equilibrio..."

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Narrador.

A pesar de haber ya pasado tres meses, las guardianas estelares todavía sentían el peso emocional de la batalla, pueden que sus heridas cicatricen con el tiempo, pero las vidas perdidas en el transcurso no se borran de sus memorias.

Los noticieros repasaban la tragedia del castillo, la pérdida del rey y los importantes mandatarios, el valor de los misteriosos héroes "las guardianas estelares", que combatieron contra el terrorista apodado "sylas". También repasaban el extraño fenómeno astronómico que puso el planeta en completa oscuridad, y como los científicos astronómicos teorizaban al respecto.

Xayah pasaba los días recordando a Rakan, no quería perder nunca más un recuerdo de él, le atormentaba el saber cómo por culpa del poder oscuro de Zoe, sus recuerdos fueron modificados y borrados. Ahora que estaba purificada, sus memorias volvieron lentamente, así como las memorias de su amado se volvían suyas. Sin embargo, el estar constantemente rememorando sus momentos felices, también le tortura el hecho de que, por su culpa, su amado sufrió hasta el final.

No comía lo suficiente, dormía muy poco y prácticamente pasaba sus días en su autoaislamiento. Tampoco participaba en las misiones de la estrella prima, a diferencia de sus compañeras quienes pasaban sus días derrotando el legado de bestias que Zoe dejo esparcidos por el cosmos.

Ella consideraba que la estrella prima los había utilizado y los había abandonado. Un día se sintió tan agobiada en su duelo que viajo a su planeta natal, el ver su ala extra podía sentir que su amado le seguía cuidando de alguna manera.

Quería volver a la tierra donde lo conoció a él, al hogar donde vivieron momentos felices, a los bosques en que los vastayas se reencontraban con la magia, y donde ella y él se amaron.

Como una estrella fugaz rosa, llego a su planeta y a su viejo hogar, la casa donde se hospedo por tanto tiempo su antiguo equipo estelar, podía distinguir que sus amigas se habían tomado el tiempo para ir de vez en cuando a su planeta natal para atender el edificio, el jardín estaba arreglado, la casa estaba aseada, incluso su habitación estaba limpia, sus sabanas cambiadas, pero sus objetos personales seguían allí, se encontraban ordenados.

Tomo la foto que se encontraba en la mesita de noche al lado de su cama, era la típica fotografía de una pareja, uno al lado del otro. Rakan abrazando su cintura y ella entrelazando sus dedos con los de él, ver el rostro sonriente de él le conmueve, abraza la fotografía un momento para juntar valor y poder entrar en la habitación que él tenía frente a su puerta.