Capítulo I8I: Lucha interna.

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Narrador.

Los médiums mágicos de Rakan y Xayah, buscaban una pista que revelara lo que Zoe quería que encontrasen o por lo menos un camino hacia una salida, daban su mejor esfuerzo para ayudar a sus amos, pero sus instintos no funcionaban, se sentían desorientados en el lugar.

El caótico castillo de la guardiana oscura, es un laberinto enorme que no tiene un orden especifico, los pasillos se interconectan y se dividen en diferentes caminos, las escaleras te permiten caminar boca abajo sin caer por la ley de gravedad, las habitaciones te transportan a diferentes escenarios; campos de girasoles, el interior de un auto, un barco hundido, ciudades en ruinas, playas, bosques de pinos, etc. Pero cada vez que las puertas de una habitación se volvían abrir, los escenarios cambiaban, y así pasaba con las otras habitaciones. Rakan se distrae con las paredes que cambian de color, y las extrañas decoraciones del lugar, mientas que Xayah está inquieta siente que es una búsqueda sin sentido;

- ¡Zoe está jugando con nosotros!, este lugar no tiene salida o explicación- dice enojada lanzado una de sus plumas filosas a la pared.

-Vamos cariño, hay que tener paciencia, además Riku y Saki están por volver-

- Mira quien habla, ¿Túuu? ¿hablándome a mí de paciencia?, por lo que recuerdo en mi otra "vida" tu te lanzabas a la batalla con descuido, eres muy impaciente y también porque siempre olvidabas el plan- dice la vastaya rebelde con una ceja alzada.

- es que no puedo esperar a que la fiesta comience- intentado defenderse con una tonta sonrisa en su rostro.

-Ese es el problema, tu descuido te mató- Xayah caminando hacia delante iracunda intentando alejarse, él le siguió el paso.

- ¿Qué dices? – le toma del brazo y le pide explicaciones.

Ella enojada en cambio liberó su brazo bruscamente. - Si siguieras el plan y recordaras, que, si la batalla se pone intensa y estoy gravemente herida, y si hay una sola posibilidad de que tú puedas escapar, ¡tu escapas! ¡es inútil cargar a alguien medio muerto! - dice con el rostro enfurecido. - ¡me lo prometiste!, ¡me prometiste que escaparías! – señalando cerca del rostro del vastaya con su dedo índice.

- Sí, soy culpable- se acercó a ella, y está comenzó a retroceder perdida en la sombría mirada de Rakan. – quise salvarte miela y fui herido gravemente, pero tú también rompiste tu promesa- tomó las muñecas de la vastaya con fuerza y la acorraló en la pared con brusquedad, haciendo que esta se quejase.

-Suéltame Rakan- le amenazó. Pero éste no le hizo caso, le acerco su rostro, casi podía tocar su nariz.

-Tú también cometiste el mismo error- dijo Rakan quién sentía como la respiración de está estaba agitada de ira, pero también de una conocida excitación.

-Esta vez no volveré a ser tan débil- afirma con un dejo de odio, e intenta salir del firme agarre de sus muñecas, tratando torpemente patear la rodilla de quién fue alguna vez su amante.

Él no se rinde, no piensa perderla otra vez. -Dime que no deseas besarme Xayah- paso su lengua lentamente por la comisura de la boca de su amada, tal acto la derretía por dentro, pero se mantuvo firme por orgullo. -No, yo renací soltera-

Molesto por tal comentario y todavía acorralándola, levanta sus muñecas a la altura de sus orejas, y apega más su cuerpo al de está, aplastando sus pechos en su torso caliente, así como su tenso miembro a sus partes íntimas, solo separados por sus investiduras, provoca en su amada un involuntario gemido, lo que a esta le avergüenza y se castiga mentalmente a sí misma.

Rakan sonríe victorioso e intenta besarla, pero está corre su cara a un lado, lo que deja expuesta su oreja. – ya no recuerdas la cascada Aphae- le susurra sensualmente y comienza a morder, lamer y besar su oreja expuesta, Xayah débilmente intenta moverse, ya que principalmente está concentrada en apretar sus labios con fuerza, con tal de no ceder otro gemido.

Un sonido de un ave aterrorizada consigue desconcentrar a Rakan, quién, preocupado por Riku, deja de tensar su agarre y logra que Xayah lo empuje enojada. Ella corre hacia el sonido, y él le sigue detrás todavía encendido. La vastaya en algún punto se encuentra con Saki, quien está reposando en una alta estatua de mármol de un ángel descabezado, figura que posa sujetando entre sus manos una estrella de cristal trizada, la cual reflecta destellos de luz de forma natural.

Su médium mágico solo habla idioma aviario (el cuál aprendió con dificultad en su vida pasada) le dice que Riku está atrapado en esa sala. Desde lejos parece una sala de exposición de espejos, el vastaya quien entiende escasamente el idioma de Saki no se atreve a preguntarle a Xayah que ha dicho, puesto que esta parece seguir enojada, porque ella no se ha volteado a verlo a la cara, de espalda ella le comenta que su médium está en esa sala. Él se adentra a la sala, al parecer hay una especie de campo energético entre el arco de la entrada y única salida, que no te permite salir una vez que entras.

Xayah mira como él desaparece al entrar a la sala y se inquieta, debe ser una trampa se dice a sí misma, aunque está enojada con él, hay una lucha interna en su corazón, desea castigarlo por su ingenuidad, pero también desea salvarlo de lo que contenga esa sala. A diferencia de Rakan, la oscuridad de Zoe penetró mucho más fuertemente en su alma, la única luz que no pudo consumir por completo es el amor que siente por él, lo que la confunde ya que su oscuridad le muestra que él es un obstáculo para su venganza, pero su pequeña luz le dice que es su aliado.

Rakan y la oscuridad de un Guardián Estelar. (COMPLETADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora