Rakan y la oscuridad de un Guardián Estelar. (COMPLETADO)

Capítulo I9I: La caída de dos estrellas fugases parte I.

Lux.

Antes de irme a dormir Lupy (el apodo que dimos a Lulú) me regalo un colorido dibujo, el mismo dibujo que le mostró a Ahri camino a la playa, se lo recibí con gusto, se sumara a la colección de dibujos que tengo de ella en mi libreta, está es la única forma en que Lulu puede expresar sus predicciones. Le di las buenas noches, mientras tomo oxígeno para obtener algo de valor y atravesar esa puerta, esta semana me toca compartir habitación con Ahri. Ella es fuerte y hermosa, es una increíble líder a diferencia de mí, mantiene a su equipo ordenado y proyecta mucho respeto. Pero no es su grandeza lo que me pone más nerviosa, sino el hecho de que ni ella, ni Miss bajaron a cenar, deben estar peleadas, lo que es muy raro y puso el ambiente de la casa muy tenso.

Entro a la habitación con mucho cuidado e intento no meter ruido, ella esta tapada hasta la cabeza con la sabana de su cama, solo puedo ver las puntas de sus orejas, también observo que la luz de su lampara no esta apagada lo que me da la oportunidad de mirar el dibujo que Lulú hizo para mí, mientras me recuesto en la cama, puedo ver en su bosquejo dos figuras de color rosa y verde que parecen danzar y caer a un lago negro, es un dibujo inquietante, lupy nunca ha usado el tono negro, cuando es una criatura de materia oscura quien va atacar valoran, generalmente le representa en un verde muy opaco, o un violeta intenso, y caigo vencida del sueño.

Narrador.

Lux se sumerge en un profundo estado del hiper-sueño, donde las incipientes imágenes de su estado umbral, le muestra el mar profundo del universo donde dos estrellas fugases danzan y dejan una estela de brillos a su paso, estas estrellas van tomando poco a poco a la forma de dos figuras vastayas, que vuelan siguiéndose uno al otro e investidos de trajes estelares, parecen enamorados y felices. Hasta que una capa densa como tentáculos negros los arrastran al vació, intentado salvarse uno al otro pero no se alcanzan, estos mismos tentáculos la atrapan a ella a pesar de ser una simple espectadora, y la sumergen en un mar denso y negro como el petróleo que la ahoga, en algún punto deja de sofocarse y se topa con el suelo en un monasterio en ruina a la salida de la ciudad de valoran, donde una figura femenina y alada de mármol se encuentra enjaulada y encadenada, allí los dos amantes están investidos con trajes estelares muchos más oscuros que sus originales, y sus miradas son penetrantes que se llega a percibir una maldad oculta. Ambos son manejados como títeres por unos hilos transparentes que llegan a las manos de una guardiana con una máscara blanca de una sonrisa larga, y yo también estoy siendo controladas por sus hilos, no puedo moverme, y la titiritera comienza a mover sus hilos para usar aquellos amantes para atacarme, a punto de ser herida mortalmente, soy salvada por una guardiana tan brillante como un atardecer naranja. Ella cortas mis hilos, toma mí mano y me habla: -la estrella prima te necesita hermana- y soy consumida por la luz que me impregna su mano.

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Narrador.

Pasada la media noche, Janna se levantó para tomar agua, al descender de las escaleras observa que la ventana que da hacia el mirador está entreabierta, al acercarse para poder cerrarla, ve a soraka en el balcón concentrada contemplando las estrella al aire libre. La guardiana del viento preocupada se acerca la muchacha;

-¿Te encuentras bien?- la chica se sobre exaltó, ella no había captado su presencia. -Lo siento, ¿te asusté? - preguntó y Soraka movió su cara en señal de negación.

-¿Las estrellas hoy te señalan algo?- pregunta la chica mayor, quien se pone a su lado, sabe que la guardiana protectora, al igual que Lulú, tiene una especial conexión con las señales que la estrella prima deja en el firmamento.

-Las estrellas hoy están inquietas, siento un manto oscuro, una estrella en penumbra, no sé cómo explicarlo, y una luz que se acerca...y desaparece- dice Soraka asustada y con una voz muy aguda. Janna entiende su inquietud, pues se sumerge en un lejano recuerdo, uno en que lucho y perdió gran parte de su primer equipo, donde está desgracia fue advertida por una compañera estelar, quién señaló la misma profecía en las estrellas, es, en definitiva, un presagió de muerte y traición.

Continuara...