Extra: Ahri y El pintor (inspirado en el cuento:El jardín del Olvido) parte III.

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Narrador.

Una pequeña niña abre la puerta de una habitación, allí estaba su abuela que se volvía joven tras haber absorbido el alma de su nuevo pretendiente, aquel hombre que su nana juro amar, yació muerto entre sus brazos. La niña quedo en estado de shock al haber visto esa macabra escena, su abuela al darse cuenta de su presencia y en un estado de "hambre", tomo el rostro de su nieta acariciándola con sus garras, lo que hizo que la niña temblara de miedo. Su abuela ahora con su apariencia de juventud era casi idéntica a ella, podrían ser gemela sino fuera por su cabello negro como las alas de un cuervo, y por el obvio hecho de que ella era una niña de cinco años y esta pareciese de diecisiete. Recuérdalo dulzura "los zorros estamos hecho para seducir, pero no para amar".

Despertó temblando y sudando frío, se levantó con brusquedad, que hizo que hiro a su lado se despertara y la abrazara para consolarla, había tenido una pesadilla o tal vez un mal recuerdo, no lo sabe con seguridad.

-todo está bien, estoy aquí- dice él. Ella recibe su abrazo con amor, aprovechando su calor, nuevamente estaba en su cama. Al principio él la mensajeaba para escapar de Evelyn o para hablarle de su angustia por su corazón roto, después los mensajes se volvieron salidas para pasar el rato, disfrutaban el tiempo juntos, a veces lo hacían y otras veces no, no lo quería aceptar, pero le encantaba estar a su lado.

Le gustaba escucharle de los nuevos poetas o libros que encontraba, porque desde su boca, los sonidos se escuchaban agradables a pesar de que a veces los temas de su literatura personal no eran de su gusto. Le gustaba regañarle cuando el dibujaba en su piel sin su autorización, él siempre se escusaba diciéndole que era su flor favorita, para molestarla. A veces ella misma buscaba excusas para estar a su lado, pidiéndole ayuda con alguna materia que no entendiese, o acompañándose mientras ella hacia sus tareas, y él estudiaba para sus exámenes universitarios.

Se habían desafiado a buscar la película más rara, para verla por los viernes, le gustaba contemplar las estrellas cuando yacían desnudos mirando su techo, o más bien le gustaba ver ese cielo en sus ojos. Tenía miedo de acostumbrarse a él, pues sabe que algún día, a la primera oportunidad él se lanzará a los brazos de ella. Por ahora disfrutaría, aunque sea el poco tiempo, un momento para matar la soledad y llenarse del amor que le ofrece, aunque sea un amor para una amiga con ciertas ventajas o una amante pasajera.

-¿quieres un poco de agua?- le pregunta él.

-o una taza de leche caliente- dice la vastaya.

-no lo sé, es mucho trabajo- dice hiro, haciéndose de rogar. -necesito algo a cambio-

-está bien, te dejare dibujarme- bufó Ahri.

-hecho- dice él feliz, y camina por la escalera hacia la cocina, mientras ella le mira su espalda, pensando que debería tener cuidado con sus garras o descubriría que es una vastaya.

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Narrador.

Miss analizaba a ahri mientras esta explicaba los deberes de la semana, hacia tres meses que la notaba algo rara, más feliz y menos mandona, estaba relajada y constantemente sonrojada "¿estará enamorada? Imposible".

-todo es posible- dice lulu, miss se cayó de su silla asustada del repentino comentario de la pequeña, y las guardianas no se atrevían a reírse de su acción porque burlase de ella era un balazo certero, menos jinx que no le importaba nada. -¡lulu! No me hables así de la nada-

-chicas concéntrese, ¿Cómo íbamos en la asignación? A si, como ahora soraka tiene novio, quiere menos misiones- dice la vastaya molestando a su amiga.

Rakan y la oscuridad de un Guardián Estelar. (COMPLETADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora