Extra : Soraka y Sett Parte III

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Narrador.

La casa de soraka, era una humilde casa tradicional japonesa de madera, que colinda con un dojo de artes marciales. Se podía apreciar la siembra de verdura y flores en su ante jardín, y animales de granja paseando por este, además un extenso prado de trigo en las dunas, que se conectaba con las lagunas de arroz para la cosecha en las planicies, hasta llegar a las montañas de bosque virgen que rodea todo este paisaje.

Esa mañana sett se levantaba con pereza, sintió a soraka llamarle desde el otro lado de su puerta corrediza, y se intentó poner la yukata, pero había olvidado las instrucciones de cómo usar ese atuendo. Terminó por pedirle ayuda a su chica, y está le ayudó a vestirse, estaba muy avergonzada por solo verlo en ropa interior, apreciando su marcado abdomen. Así que intentó concentrarse en los dobles de la ropa para no verlo en forma incomoda, hasta que terminó su trabajo.

-¿y bien como me veo?- pregunta sett, quien se divirtió al ver las expresiones avergonzadas de soraka al ponerle el atuendo, además el kimono que ella llevaba le quedaba bien, él consideraba que se veía tan elegante y hermosa.

-te vez muy bien, tuviste suerte, quedaron algunas prendas de los alumnos de mi padre- dice ella mientras le guía para desayunar en la sala.

-¿es profesor?- pregunta curioso.

-sí, el enseña el arte de la espada, aunque no ha encontrado el alumno adecuado para enseñarle el arte secreto del viento cortante – dice la joven.

-ya veo, que interesante. ¿y tú no aprendiste a usar la espada? - pregunta él.

-no fui echa para infligir dolor, más bien prefiero curar, aunque me he visto obligada a usar mi magia para defenderme contra la oscuri... digo para defenderme algunas veces- dice soraka.

-¿y por qué no la usaste contra esos patanes que te atacaron?- pregunta sett, recordando el asalto que sufrió.

-mi magia podría haberlos herido de muerte, dude- dice soraka quería evitar hablarle sobre la regla de las guardianas estelares sobre usar sus poderes contra civiles.

-tu eres la que pudo haber muerto, pero ahora estoy yo para defenderte- dice sett y ella queda cautivada con sus palabras. Llegan a la sala y se sientan para comer. El padre de soraka estaba comiendo su desayuno con mala cara y Riven le servía una taza de té verde.

-quiero hacerte una pregunta- dice el samurái.

-dígame – dice sett, siente el aura de hostilidad por parte de Yasuo.

-¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?- pregunta su suegro.

-la mejor de las intenciones, quiero amarla y protegerla- dice el joven.

-los tontos no tienen cura, ¿y quién te dio permiso? – dice yasuo en tonó de burla.

-su esposa, si me lo permite, dígame ¿Por qué no me tiene confianza? – pregunta un sett, que intentaba controlar su enojo.

-conozco a los de tu clase, muchachos con más pectorales que cerebro, solo ven una cosa en una muchacha, y no te dejare obtener lo que quieres, enfrenta el viento- dice yasuo desenfundando su espada y mostrándosela amenazante, riven quien estaba ocupada sirviendo el desayuno, mira a su esposo enojada, soraka en cambio estaba enmudecida esperando que no suceda algo más grave.

-¿y si ya obtuve lo que quiero?- dice enojado sett perdiendo la paciencia. Yasuo le lanza un corte de viento, el cual fue detenido con la bandeja que le lanzo sett, para evadir el ataque.

-¡yasuo!- le grita riven, regañándole.

-¡sett!- dice soraka, intentando calmar a su novio.

-¿Qué?, que no lo escuchaste, se aprovechó de nuestra hija, tal vez ya la embarazó- dice yasuo a su esposa.

Rakan y la oscuridad de un Guardián Estelar. (COMPLETADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora