Caliope, Bella voz.
Cabello dorado y brillante como el fuego, ojos brillantes como una espinela rosa.
Esa joven adolescente que los hechizo con su solitaria mirada.
Caliope esconde secretos y vive rodeada de secretos.
Ella no puede escaparse de su d...
-cierto, a diferencia de otros bebés es muy silenciosa.
-dejen de observarla tanto! -la oji rosa se exaltó cuando escucho una voz femenina, ella era una mujer muy estricta.
Escucho a las dos mujeres irse en silencio y sintió la presencia de la última mujer acercarse a su cuna.
-..pequeña es hora de despertar.
Ahora su voz era dulce y serena, abrió lentamente sus ojos y fijo su mirada en la monja de aspecto serio y autoritario pero que tenía una mirada amable y suave ante ella.
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-tus ojos son como gemas, eres un milagro del señor -la alzo con cuidado y observo sus ojos con curiosidad.
Esa pequeña que fue abandonada en la iglesia y el padre decidió adoptarla como su hija al ver su parentesco con su otra hija.
-"milagro del señor mis calzones!, quién quiera que sea que me hizo renacer en este mundo lo voy a odiar por el resto de mi vida!".
Hizo un puchero ante la curiosidad de la madre superiora.
-hermana Ana.
La voz de su hermana mayor llamó su atención y miro hacia la puerta.
La pequeña de ya 4 años miraba curiosa a su hermana menor y con anhelo de querer jugar con ella.
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Cierto, ya habían pasado meses desde que llegó a ese mundo.
-yui, deberías de estar con las demás monjas, pronto entrarás a la primaria y debes de estar lista.
La menor se sonrojo levemente y asintió abrazando su peluche.
-q-queria jugar con Caliope, hermana Ana los bebés se pueden sentir solos? -pregunto curiosa acercándose a la monja que se había sentado en una mecedora para alimentar a la menor.
-que cosas preguntan los niños de ahora -susurro divertida.
Ella podría ser estricta con las demás monjas pero los niños eran su debilidad. Agarro el biberón de la bebé y al comprobar su temperatura empezó a darle de comer a la oji espinela.
