Caliope, Bella voz.
Cabello dorado y brillante como el fuego, ojos brillantes como una espinela rosa.
Esa joven adolescente que los hechizo con su solitaria mirada.
Caliope esconde secretos y vive rodeada de secretos.
Ella no puede escaparse de su d...
Esos malditos meses fueron una tortura y lo único que lo mantenía en pie eran las palabras de Diana y la sonrisa de Athanasia. Pero...Athanasia también estaba sufriendo, podía ocultando pero lo hacía.
Cada vez que sonreía se notaba su dolor y que algo le faltaba, algo que la completaba. Ella estaba incompleta, estaba sufriendo a gritos pero lo resistía.
Aún no le había dicho lo que pasó con Diana ya que no quería crearle falsas esperanzas y que vuelva a sufrir.
Felix día a día lo animaba pero también se notaba deprimido, su sonrisa ya no era tan brillante como antes y sus ojos se notaban tristes.
Lillian era lo mismo, ella lloraba todas las noches desde la muerte de su pequeña, hace poco tiempo se había recuperado y estaba sumamente pegada a Athanasia. Su pequeña hija de corazón había muerto y no quería que otra también lo hiciera, el perder a cali fue un golpe sumamente duro.
Lucas no había vuelto a aparecer ante ellos desde que Caliope murió, pero él podía sentir su presencia en la torre blanca cada vez que venía para buscar algo de información y volver a irse.
Su estupido hermano también hacia acto de presencia algunas veces en la torre de magos justo al mismo tiempo que Lucas.
Claude sospechaba que estaban trabajando juntos y que ellos serían quienes hicieran volver a Cali como dijo Diana.
Solo debía de tener paciencia pero no la estaba teniendo, estaba destrozado.
Había perdido su memoria y las gemelas poco a poco lo iban haciendo recordar y él volvió a tenerles apreció aún cuando no las recordaba del todo. Pero al morir Caliope, al mes recupero todos sus recuerdos como si una ola lo golpeará y todo empezó a fluir en su memoria.
Ahí fue cuando cayó en depresión, recordó cuando la conoció, cuando lo enfrentaba, cuando le sonreía, cuando acariciaba su cabello y le cantaba, cuando le demostró sus dotes en la espada y cuando le dijo que lo amaba. Había acabado con uno de sus soles con sus propias manos.
Era un monstruo.
No merecía vivir pero debía de ser fuerte por su otra hija.
Ella aún lo necesitaba.
Pero también pensaba que ella estaría mejor sin él.
Paso un tiempo hasta que los dos volvieron a reunirse, ahora ya no eran tres eran solamente dos y el verse les hacía recordar el pasado. Además de que Claude temía hacerle daño a su única hija, no quería que ella sufriera por su causa.
Tenía miedo, estaba destrozado, se sentía impotente, quería gritar y lanzar todo, pero ya no tenía fuerzas. Ni siquiera le importaba su imperio.
Era un padre destrozado y sin fuerzas.
-su majestad.
Su amigo pelirrojo entró a su habitación y el rubio lo miro de reojo sin darle importancia a que entró sin pedir permiso.
Felix lo miro con pena, estaba sentado en el sillón rodeado de botellas de alcohol y su rostro lucía demacrado.
-e-el mago Lucas solicitó una audiencia con la princesa y su majestad.
Ante eso abrió sus ojos sorprendido y se paró de golpe.
Por fin había llegado el momento de saber la manera de poder volver a ver a su princesa?.
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