《2》

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-entonces irás cuando termines tus compras?.

-sí, no te preocupes -le sonrio levemente a la rubia mayor de 17 años que le devolvió la sonrisa y entro al taxi.

La adolescente de 14 años miro al auto alejarse de allí y luego su rostro se puso neutral, chasqueo la lengua y fue directo al centro comercial.

Habían pasado 14 años desde que había vuelto a renacer, podía parecer fácil pensar en dejarse amar por las nuevas personas que la rodeaban, una nueva vida, una nueva familia, una nueva persona, la misma palabrería de siempre. Pero no era fácil, ella sufrió en su primer vida, sufrió en su segunda vida y ahora no quería volver a sufrir.

Ya no iba a sufrir, no iba arriesgarse por nada ni por nadie.

Sería egoísta por primera vez en sus 3 vidas y velaria por su bien no por el de los demás, como siempre lo hizo.

Seiji Komori la había enviado con yui a la mansión sakamaki con el pretexto que él se iría de viaje y ellas debían de ir a vivir con unos amigos. Claramente caliope sabía la verdad tras esa estúpida mentira. Ella se podría haber quedado con Ana y las demás monjas pero Seiji la había entrenado en secreto para que sea una cazadora.

Y en el plan de Seiji, hacer que yui enamoré al próximo rey de los vampiros para luego exterminar a esa raza, entraba Caliope. Su segunda hija adoptiva sería la protectora de su pieza principal en su plan, yui, si algo le pasaba a la rubia mayor o si descubrían el plan e intentaban matarla ahí es donde entraría Caliope para salvarla.

Pero seiji fue un iluso al creer que podría dominar la mentalidad de una ex princesa y segunda heredera al trono de obelia.

En el trayecto hacia la mansión fingió haber sentido que su regla llego y le dijo a yui que tendría que ir a la ciudad para comprar toallitas pero que cuando acabe iría a su nuevo destino. Claramente dejo su equipaje en manos de su hermana como muestra de que ella iría a ese lugar y yui le creyó.

-aqui tiene.

Un mesera dejó su pedido frente suyo y le sonrio amable viendo encantada sus ojos espinela rosa.

Sus ojos seguían llamando la atención a donde fuera que vaya.

-gracias -la mujer se fue y caliope empezó a comer su helado.

Fue un sorpresa haber renacido en ese mundo y encima con sus mismas fracciones de su segunda vida, incluso portaba su mismo nombre.

Y eso solo lograba hacer que ella misma congele todo sentimiento en su interior. Su rostro, sus ojos, su cabello, su nombre, todo le recordaba a su pasado. Si renació significada que debía de comenzar una nueva vida pero no, seguía siendo la misma caliope del pasado y ese pasado siempre la seguiría.

No, ella ya no era la misma caliope, jamás volvería a serlo.

Lo único que agradecía de ese pasado, era el seguir teniendo todos sus poderes mágicos.

-"tal vez deba de ir a la mansión, después de todo ella me cuido y debo de ser agradecida, no siento nada por ella ni por quienes me cuidaron, todo es gracias al hechizo en mi corazón, pero sé lo que es la gratitud y debo de ser agradecida con quienes han estado a mi lado desde que era una bebé".

Cerro sus ojos ignorando la mirada curiosa de los clientes en la cafetería, siempre le pasó lo mismo.

Por lo menos en el mundo de princesa encantadora los nobles sabían el motivo de tanta belleza a su alrededor. Ellos conocían la magia y el motivo de que sus ojos sean gemas.

Bella voz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora