Caliope, Bella voz.
Cabello dorado y brillante como el fuego, ojos brillantes como una espinela rosa.
Esa joven adolescente que los hechizo con su solitaria mirada.
Caliope esconde secretos y vive rodeada de secretos.
Ella no puede escaparse de su d...
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-ngh.
Tembló apretando la ropa del vampiro mientras cerraba sus ojos ante el dolor.
El rubio siguió bebiendo de ella ignorando su debilidad.
Desde que la reclamó como suya, bebía de su sangre a cada oportunidad, prácticamente la pasaba con el rubio o en su habitación, a molestia de los demás vampiros.
Usaba su poder para absorber la energía del rubio pero éste no era estúpido y usaba su propio poder para rechazar el suyo.
Logrando que ella se debilite, podría absorber la energía de los otros vampiros pero shu no la dejaba acercarse a ellos. Y tampoco podía usar más de su poder ya que el rubio estaba a la espectativa igual que el rey.
-"maldita escoria molesta".
En esos momentos solo quería acabar con su existencia y largarse.
Jadeo sorprendida cuando sintió algo endurecerse en su vientre, se sonrojo mirando furiosa al rubio.
Era un maldito depravado pedófilo.
-ya basta.
Le habló con odio y frialdad haciendo sonreír al mayor, que se separó de su cuello y la miro con sus ojos brillantes.
-temes que algo más pase entre nosotros? -acercó su rostro al suyo haciendo que ella ponga sus manos en su torso para alejarlo.
-ya bebió de mí, tengo deberes que completar.
Shu hizo una mueca para luego alzar su mentón y con su otra mano alzarla haciendo que rodee su cintura con sus piernas.
-te lo dije, eres mía y puedo hacer lo que yo quiera.
-no soy suya, no soy un objeto.
El oji azul sonrió divertido al ver el destello de enojo en esas gemas espinela.
Ella en serio lo odiaba.
Pero, por qué?.
El vampiro ladeo la cabeza levemente volviendo a su expresión neutra y fría.
-haré realidad tu temor.
Abrió sus ojos en shock cuando sintió sus labios contra los suyos.
Al reaccionar se removió tratando de alejarlo pero el rubio los transportó a su habitación, la acorraló contra la cama sujetando sus muñecas encima de su cabeza.
-no hagas las cosas difíciles.
-quítate!, acaso no sabes respetar la decisión de una mujer?!, no quiero hacer nada de lo que pase por tu cabeza.
