¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Meses? ¿Semanas? ¿Años? ¿O tan solo días? El tiempo parecía muerto, y el dolor palpable, no Víktor Nikiforov se encontraba en su habitación, tres y media de la mañana, llorando como un bebé asustado, perdido sin conocer el camino, y luchando contra un odio propio que le carcomía el alma.
Habían pasado Cinco años desde la desaparición de Yuuri Katsuki el día 4 de septiembre del año 2020, a las dos y cuarenta y cinco de la tarde, en Rusia, centro de San Petersburgo. El Omega japonés simplemente desapareció de las faz de la tierra, nunca lograron encontrarlo, no había dado señales de vida, y obviamente Víktor no podía sentirle más. Era devastador, no comía, no se levantaba de su cama, pero lo peor de todo era que Alfa se sentía tan culpable que ya había atentado contra su vida seis veces, sus muñecas y brazos están llenos de suturas, sus piernas estaban recubiertas por cicatrices, sus manos estaban dislocadas y rotas, su rostro estaba agotado, ya no era el alfa apuesto y pícaro que todo el mundo conocía, parecía un León enjaulado a punto de atacar a cualquiera que se atreviera a acercase a el.
La abadía Nikiforov había perdido su maravilloso espléndor, Víktor había desalojado a toda la servidumbre y a todos sus guarda espaldas, Christoph Giacometti le visitaba de vez en cuando hasta que un día simplemente dejo de ir. En esos cinco años Sasha Nikiforov dió la cara dos veces y ambas para decirle "Te lo dije" "Tú egoísmo puso en riesgo al Omega y está muerto por tu culpa"...Maldita sea se odiaba tanto, no se podía ver al espejo, había fallado, falló como alfa, Falló como padre, le falló a ambos y eso nunca se lo va a perdonar, Cada día se repetía que el había matado a Yuuri, el lo había metido en esto, el lo saco de su casa, el fue el maldito egoísta que trato a Yuuri como un objeto un principio, había Sido el.
Aún podía sentir el olor de su amando en las sábanas, su ropa aún estaba en el closet, todo estaba tal cual el lo había dejado y no tenía pensado moverlo, muy en lo profundo de su corazón tenía la esperanza de que Yuuri estuviera vivo en algún lado pero era una sensación efímera que iba y venía. Levantó un poco la cabeza y vio el lado izquierdo de la cama, intacto, nadie había estado ahí desde Yuuri y nadie iba a estarlo, le sería fiel a Su Omega por lo que le quede de vida, se lo había jurado.
Pero algo cambio aquella mañana, cuando ya habían dado las diez de la mañana recibió una llamada de un número desconocido, el alfa iba a ignorarla como siempre pero algo en su cabeza le dijo que contestará. Dudando un poco deslizó el dedo por la pantalla y atendió.
-¿Diga?.
-¡Viktor!
esa voz le sonaba familiar, demasiado familiar, su cabeza comenzó a maquinar buscando en sus memorias al dueño de esa voz...cuando cayó en cuenta no podía creerlo.
-¿Yu-Yurachka?- La voz del alfa salió temblorosa e incrédula. Yuri Plisetsky le había llamado, el pequeño muchacho que llegó a su piso medio muerto y por el que se llevó la peor discución se su vida, está vivo, y ¿feliz?...Su asombro era tan grande que se le pasó responderle y el muchacho insistió.
—Viktor! Soy Yuri!
Reaccionó y contesto antes de que colgará.
—Yuri, que sorpresa oírte...
—eso te lo digo yo a ti, no esperaba que me contestarás...p-pensé que estabas muerto Viktor, lo último que supe de ti fue que te habían ingresado por una lesión en tu pierna y eso ya fue hace un año...
Viktor paso su mano derecha por su rostro, tratando de espabilarse y de entender lo que el chiquillo le decía. De verdad que había perdido comunicación con el desde que salió de Rusia, era lo mejor, debía empezar una nueva vida allá en Kazajistán.
ESTÁS LEYENDO
INNOCENT (Viktuuri) Omegaverse
ParanormalSe podría decir que la inocencia es un atractivo muy fuerte; para Viktor Nikiforov, es un atractivo insuperable, y cuando conoce a Yuri Katsuki, un chico de 24 años de cabello corto del color de la noche y unos hermosos ojos color chocolate, que con...