Rescue Me || Jeon Jungkook ShortHistory

Capítulo 4

Las semanas transcurrieron y todo había vuelto a ser como antes. La presencia de aquel chico Jungkook había desaparecido y yo volví a mi vida cotidiana como lo hacia normalmente... solo que había una sola diferencia, y es que todas las noches me sentía observada. 

Solía acercarme hacia la puerta del patio para poder observar si había alguien o algún animal suelto por ahí, pero no había nada y tampoco las poca iluminación que había ayudaba mucho que digamos.

El día de ayer tome un poco mas de valor y salí para poder calmar mi curiosidad —una vez que tienes un tigre de mascota, es muy difícil temerle a algo después — pensé irónicamente. Iluminé con la linterna de mi teléfono y caminé lentamente hasta la mitad del bosque que tenía detrás de mi casa.

Al ver que no encontraba nada, me di media vuelta y regresé a mi casa un tanto decepcionada, ya que mi  conciencia aún afirmaba que había algo ahí.

***

Hoy salí de la universidad en compañía de mi único y mejor amigo Jimin. Se que había dicho antes que no mi confianza en las personas era casi inexistente, pero él fue el único ser humano que pudo ganarse ese lugar en mi corazón. 

Mientras caminábamos de regreso a nuestros hogares, ambos nos manteníamos en silencio sin sentirnos incómodos en lo absoluto, de hecho yo me mantenía con la mente ocupada en tratar de descifrar el porque sentía aquella incomoda sensación por las noches.

—¡LEAH! —exclamó el pelirrubio para llamar mi atención. Pegué un leve salto del susto y luego lo miré.

—¡JIMIN! —me quejé tras el pequeño mini infarto que sufrí por su grito. Mi mejor amigo comenzó a reír levemente por mi expresión y se disculpó.

—Estas muy callada y pensativa estas últimas semanas, ¿qué te pasa? —preguntó con un tono de preocupación en su voz.

—N-no es nada, Jiminie —contesté un tanto nerviosa.

—Claro y yo soy el rey de roma, ahora dime que te ocurre —pidió insistente.

Solté un suspiro pesado tras escuchar las palabras de mi amigo y lo miré —¿Me prometes que no comenzarás a hacer un escándalo? — El pelirrubio asintió repetidas veces y me pidió que continúe —De verdad me prometes que no saldrás corriendo a golpear a alguien —Lo amenacé.

—Leah, deja de poner peros y habla ahora —dijo seriamente.

—Ya, creo que estoy siendo observada por las noches. Ayer salí al patio a ver si había algún animal o alguna persona, pero no logré ver nada y volví a entrar —hablé de golpe.

—Ah... con que eso era —dijo aliviado, pero luego detuvo su caminata de golpe procesando lo que le había dicho y me miró — Espera ¿¡QUÉ!? — noté como los ojos de Jimin se habían agrandado de la impresión de la noticia, y créanme que se lo veía bastante molesto —Leah, ¿porque no me lo dijiste antes? Te pudo haber pasado algo, mira si alguien te secuestraba o si era un animal te atacaba.

—Jimin... —Me interrumpió.

—Hoy te vienes a mi casa a dormir —ordenó.

—No es necesario eso —reí levemente.

—Entonces yo me voy a dormir a tu casa, no te dejaré sola con esa cosa ahí observándote —negué con cabeza divertida ante la a forma de actuar de mi amigo y comenzamos a caminar hacia mi casa.

Al llegar, ambos pensamos en aprovechar el momento y usar lo que quedaba del día para quitarnos dudas y estudiar. Aunque el cargo de consciencia estaba presente al recordar aquella sensación que sentía anoche de ser observada.