Capitulo 8

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*Chicas no salgan de sus casas es por su bien, cuidense*
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La semana pasa volando, ya es viernes. Ayer cogí mi examen y saqué una A, estaba muy emocionada. Hoy cumple Ric y se lo van a celebrar aquí en la casa en la noche, será algo súper sencillo o eso creo.

Ahora mismo me encuentro sentada en el sillón del patio trasero leyendo un poco. Me gusta leer aquí porque es bastante relajante y hoy es un día muy bonito. Gracias a Dios Charlotte y Mamá andan ocupadas con el cumpleaños de papá. Mi hermana y Tyler están en la uni, Joseph, Matt y Ric están trabajando. Eso significa que ahora mismo tengo mucha paz.

En eso momento aparece Martha con una limonada en su mano.

-Mira lo que te traje mi niña.- dice sonriéndome y me da la limonada. La prueba y está riquísima.

-Gracias, me hacía falta.

- Hoy es la fiesta, no hagas caso a lo que te digan, eres maravillosa mi niña.

-No se de que hablas.

-Sabes perfectamente de que te hablo, mi niña.

-De verdad Martha no se que hablas.

-De que me he dado cuenta de lo que hace Charlotte contigo, hace que todo el mundo se aleje de ti y les llena la cabeza de que eres mala persona.- dice y agarra mi mano.- No le des importancia a eso y no dejes que te haga sentir mal porque aquí entre nos, eres la mujer más buena que he conocido.- dice sonriendo y me acaricia la mejilla. Yo sonrío por sus palabras.

-Muchas gracias Martha, no se que me haría sin ti.- le digo y la abrazo. Ella ríe y nos separamos.

-Bueno, el deber me llama, disfruta la limonada mi niña.- dice y se va.

Paso toda la tarde leyendo, ya es de noche, voy a mi habitación y me ducho. Pasa media hora y salgo de la ducha, me envuelvo en una toalla y empiezo a buscar qué ponerme para esta noche. Decido ponerme un vestido corto, blanco que va amarrado detrás del cuello, tiene un escote decente al frente y atrás. Dejo mi cabello suelto y me pongo unos tacones no tan altos, sin transparentes. Me maquillo algo sencillo como siempre, me miro en el espejo y listo. Cojo el móvil y miro la hora, son las 8:pm, ya la fiesta comenzó. Salgo de mi habitación, bajo las escaleras y están todos en la sala, hay gente que no conozco supongo que son socios.

Veo a mis padres hablar con unas amistades de ellos que para mi son bastante hipócritas pero ellos dicen que no. Decido no acercarme a ellos porque eso de la hipocresía no va conmigo.

Veo a Tyler está parado hablando con un señor que está en silla de ruedas, no logro verle la cara ya que está de espaldas. Tyler deja de mirar al viejo y me mira, nos quedamos así unos segundos hasta que cambio la mirada. Este tiene una camisa blanca enrollada hasta los codos, un pantalón de vestir color negro y su pelo siempre bien peinando. El viejo que está hablando con el se voltea y oh por Dios no lo puedo creer.

-Don Thomas- grito emocionada sin importar que los demás me escucharan, el es Thomas, el abuelo paterno de los chicos. Es un amor, se ganó una gran parte de mi corazón. Quedo en silla de ruedas cuando pasó aquel accidente con su hijo. Thomas me mira y sonríe.

-Mi violetita.- dice emocionado. me acerco, me agacho para darle un abrazo y le doy un beso en la mejilla. Me separo de el y hablo.

-Cuanto te extrañé.

-Se que este viejo te hizo mucha falta pero ya estoy de vuelta mi violetita.- dice riendo. Tyler sigue a su lado algo confundido. Ric se acerca y le doy un abrazo.

-Feliz cumpleaños,Ric!

-Gracias cariño.- dice. Me separo de el y me da un beso en la frente. Alguien tapa mis ojos con sus manos, trato de quitarlas pero no puedo.

Me enamoré de mi tío Donde viven las historias. Descúbrelo ahora