Baekhyun, un joven doncel, acude al palacio del Sultán como candidato a desposar al Jeque Kim Tae Woo, sobrino del Sultán Park Chanyeol. Su belleza inigualable logró cautivar no sólo a su futuro esposo, si no también al rey de Arabia, y aquella atra...
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En el banquete de la noche, una alegre música tradicional acompañaba al Sultán y a los demás hombres en la mesa. Luego de que Taemin y Baekhyun regresaran del bazar, optaron por vestir de las hermosas telas que compraron, o más bien que Taemin compró y obsequió a Baekhyun.
- ¿Cuándo te irás, Taemin? –preguntó Kasper con sorna.
- ¿Ansioso de no tenerme ya aquí? –contraatacó con una sonrisa en los labios-. Me iré cuando termine mis asuntos aquí.
- ¿Esos asuntos incluyen al Visir? –burló viendo como Minho, sentado en su frente, se puso alerta ante la acusación.
- Dije que eran mis asuntos, no los tuyos –espetó Taemin sin querer darle largas al asunto.
- Tal vez no lo sean, pero seguro me concierne si a la hora del sexo son así de escandalosos. Es difícil conciliar el sueño –comentó con la firme intención de hacer quedar tan mal como le fuera posible a tío y sobrino.
Todos contuvieron el aliento de la impresión, el susto los hizo temblar y entre los cuatro se dirigieron miradas de preocupación. Chanyeol trató de no mostrar ningún tipo de emoción, manejó su rostro para que sólo enseñase una mueca de disgusto, al menos así su sobrino no sabría quienes en realidad se entregaron a sus deseos.
- ¿Tío, permitirás que tu palacio se convierta en burdel?
- Lo ha sido desde que tu cumpliste diecisiete, no veo porqué te quejas.
- Tal vez le disguste que no es él quien disfrute de los placeres mundanos –comentó con mofa recordándole que desde hace tiempo Kasper no hubo logrado atrapar a nadie en sus garras, especialmente a sus prometidos.
Cuando la cena terminó, se dispusieron a tomar una copa de vino rojo que ayudaría a digerir las carnes que comieron. Sentados en cojines suaves apreciando el espectáculo de bailarines y bailarinas, hasta que al atrevido Taemin se le ocurrió que ellos, los donceles podían bailar también. El joven tomó de la mano al otro y juntos fueron junto al grupo de bailarines, movían sus caderas al ritmo de la música, haciendo resonar las piezas de metal sujetas en sus faldas, la de Baekhyun era lacre y la de Taemin azul zafiro.
Chanyeol pensó que así como movía las caderas bailando, seguramente podría hacerlo mientras se encontraban en la cama. Y curiosamente sabía que ese baile, erótico y sensual, era totalmente intencional y totalmente dirigido a él, pues lo ojos del joven doncel se encontraban clavados en los orbes oscuros del Sultán. Algo parecido le sucedía a Taemin, solo que en su caso el contacto visual no era del todo correspondido. Por su parte, Kasper se sintió relegado a un lado, y sintió que algo raro sucedía ahí, algo que no le gustaba en absoluto.
La música cesó así como el baile de los donceles, fue entonces momento de regresar a sus recámaras para descansar. Chanyeol quedó rezagado al divisar a Taemin, Kasper y Minho marcharse, y Baekhyun lo miró con expresión curiosa.
