Capítulo 25

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El doncel se paseó impaciente por el jardín, dando vueltas de aquí para allá sin poder contener sus nervios o su miedo interior, su corazón y mente albergaban demasiados problemas en los que pensar, y algunos de ellos ni siquiera eran propios. Un guardia se acercó al joven y le indicó que lo siguiese dentro, al salón de descanso. Al llegar se halló con Chanyeol quien lucía casi tan preocupado como él, o quizás estaba más molesto que otra cosa.

- No la han encontrado –le dijo.

- ¿Qué? ¿Están seguros de que buscaron en todas partes?

- Amber no tiene familia aquí, y los guardias dijeron que no salió de la ciudad.

Baekhyun tragó grueso sintiendo como las malas ideas de lo que le pudo pasar a su doncella llegaban a atormentarle. Por alguna razón se sentía culpable, algo en su corazón le decía que algo sumamente grave ocurrió.

- ¿Cómo pudo desaparecer?

- Mi Señor –habló uno de los guardias acercándose con una carta en la mano-. Nos ha llegado esta carta.

Chanyeol la tomó en la mano y la ojeó, el papel estaba pulcramente manchado por la huella de la tinta fresca, y a cada palabra se le hizo un nudo en el estómago sólo de imaginar lo que en ella contaba. La amenaza, y en si la carta, no eran para él sino para Baekhyun, pero teniendo en cuenta que su amante se encontraba en cinta no tentaría su suerte y la salud de ellos al mostrarle el mensaje. Al pie de la hoja legendaba el emisor de dicho mensaje, y no le sorprendió en absoluto. Kim Tae Woo.

- ¿Chanyeol?

- Dejen de buscarla –les ordenó a sus guardias y con un movimiento de la mano les indicó que se retiraran.

- ¿Por qué?

- Porque está muerta –dijo con los labios fruncidos-. Kasper la asesinó.

El Sultán divisó como el delgado cuerpo de su pequeño temblaba y las lágrimas pujaron hasta salir. En un acto reflejo, Chanyeol lo sujetó por la cintura cuando el cuerpo de Baekhyun perdió fuerza y se desplomó.

- Cariño –llamó, mas sólo recibió sollozos ahogados-. Baek.

- Es mi culpa.

- No mi amor, no te culpes –intentó calmarlo pero sabía que fallaba miserablemente a medida que su cuerpo temblaba por los espasmos y los lamentos se intensificaban.

- Ella está muerta por mi...

Cargándolo en brazos, Chanyeol llevó a su pequeño a uno de los cojines, tomó asiento y dejó al doncel sobre su regazo; sus manos acariciaron la espalda de arriba abajo entre palabras de amor.

- Tranquilo, tesoro, voy a resolverlo.

- Pero no puedes. Aún si lograr que Kasper pague, eso... eso no devolverá a Amber.

Muy cierto, doloroso pero cierto. Chanyeol sólo esperaba tener la oportunidad de hacer escarmentar a su sobrino, un castigo ejemplar, pero un castigo que no incluyera su ejecución porque tristemente le juró a la madre de Kasper que lo cuidaría sin importar qué, claro que tal parecía no lo hizo muy bien al malcriarlo. Tal vez ahora era tiempo de hacer algo definitivo.

- Lo lamento, mi amor, ojalá pudiera cambiar las cosas –le dijo y fue lo último que Baekhyun escuchó antes de quedarse dormido.

El Sultán aprovechó para dejarlo en su recámara y ordenar a sus guardias que cuidaran bien de él, para luego pedir una escolta de tres guardias e ir en camino de la casa de Kim, a las afueras de la ciudad.

El jardín estaba igual de cuidado como cuando la Señora Kim aún vivía, y suponía que era uno de los únicos recuerdos que su sobrino tenía de ella. Cuando su caballo paró frente a la casa, los sirvientes de Kim lo saludaron con una reverencia y expresiones de asombro en sus rostros. Bajó y se acercó a uno de ellos.

El Amante del Rey (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora