||¿Quién fue?|| Yoonseok || Sope ||

Y Ahora Qué.

Yoongi llorando.
Era una imagen curiosa ante la vista de quién pudiera lograrlo. Jimin masticaba viendo el cuerpo tirado de su ex novio, su primer impulso era abrazarlo; dejarle en claro que lo amaba a pesar de lo que pasó, pero ese mismo pensamiento le detenía.

– Te ves tan ridículo – Atacó Yoongi. Jimin dejó de masticar perplejo a qué osara el contrario a llamarle así siendo su situación irónica.

– ¿Me llamó ridículo el que está llorando por qué ya nadie está a tu disposición? –

Si bien no era la primera vez que lloraba, era la primera que nadie le estaba consolando.
Jimin se acostó sobre algunas colchonetas, de lado teniendo en frente a Yoongi a unos 3 metros. Su corazón estaba palpitando con dolor. Le molestaba demasido su presencia pero se negaba a irse. Después de todo él le prometió estar con él cuando creyera que él mundo le daba la espalda.

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Hace un año, siete meses.

Ahora Yoongi alimentaba a Jimin con un rollito de shushi, mientras escuchaban música ligera, a ninguno de los dos en ese momento sintieron que podría existir uno mejor.

– Tienes un gran problema – Bromeó Jimin ante la situación en que a Yoongi le desesperaba su poca habilidad en el baile.

– ¿Eso crees? – Sonrió medio cruzando sus brazos – Jungkook, no ha querido seguir, no lo culpo. Le golpee como tres veces.

Ambos rieron, a pesar de que el ambiente era agradable, Jimin se quedó perdido en la sonrisa de Yoongi, en esa cuando él mayor ni sabía que lo estaba haciendo.

– Yo no te dejaré, Yoon – Habló con una sonrisa pero demasiada seriedad, Yoongi le miró por unos segundos desconcertado – Sé que será difícil, pero jamás te dejaré cuando estés llorando, cuando estés enojado, tus emociones negativas las compartiré contigo. Sé que no te gusta hablar pero te apoyaré con mi presencia.

Yoongi se tomó su tiempo en asimilar las cosas, podría contestar bien, quizá romántico pues lo sentía pero decidió simplemente sonreír, como si de firmar un acuerdo de trataba. Y el menor estaba encantando con esa respuesta.

– Firmado el trato no tiene vigencia – y quien diría que Jimin dio fecha de caducidad. – A no ser que te vayas.
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Yoongi se levantó del suelo, como si ambos estuvieran recordando al mismo tiempo. Cerrando la puerta detrás suyo, Yoongi no sabía que proseguía, si tendría tiempo de arreglar las cosas o si debería de dejarlas que solas se compusieran.
Y Jimin. Jimin odio saber que las lágrimas de Yoongi no fue por él. Todos sabían que no eran por él, pero se aferró demasiado a una ilusión.

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Lpmmm sé que prometí que la seguiría y no pasó pero ahora si jsjsjs estaré con más actualizaciones. Algo corto pero ya se viene lo bueno.