Velada Inolvidable

738 41 24
                                    

Otro día de interminable y agotador trabajo terminaba, tenía suerte de poder trabajar en algo que le gustaba, pero eso no quita lo cansado que resulta ser. Ya era por la noche y quedaban solo un par de calles para llegar a casa.

Eso era un alivio ya que lo que más deseaba Bonnie era poder acurrucarse en los morenos brazos de su pareja y hablar mientras se acarician mutuamente. Podía decir con seguridad que eso era lo mejor del día. Por fin llegó frente la puerta.

-¡Ya he vuelto!

Al pasar no se esperó ver todo en completa oscuridad, siempre había alguna luz encendida indicando que su novio estaba viendo la tele en la sala o preparando la cena. Pero esta vez no vio rastro de él.

-¿Bon? ¿Dónde estás?- dejó su chaqueta en las perchas del recibidor y la cartera con su portátil en una mesita, luego los recogería. Se aventuró a salir a paso tiento para ir a la sala, la falta de luz no era problema, se sabía el camino de memoria, pero prefería no chocarse con un mueble fuera de sitio-. ¿Bon?

Al pisar notaba algo extraño, unas pequeñas texturas que no encajaban con el suelo de siempre. Llegó a su destino, más o menos a unos pasos del inicio de la escalera que llevaba al segundo piso, sin percibir todavía ninguna presencia. Por primera vez desde que llegó prendió la luz, pero no esperaba encontrarse con este escenario.

El suelo decorado con un camino de pétalos de flores, probablemente rosas, que se dispersaban desde la entrada a la sala. Varios adornos en forma de corazón y con frases lindas en inglés repartidos por los muebles. Encima de la mesita una pequeña cesta repleta de sus golosinas favoritas, dulces variados, una botella de vino y más pétalos.

Sacó todo el aire de los pulmones con un jadeo de sorpresa, todo esto lo dejó desconcertado, con los ojos abiertos de par en par y con una sonrisa. Estaba seguro que su enamorado lo montó para sorprenderlo, pero no entendía el motivo. No se atrevió a dar un paso cuando una grave pero melodiosa voz le dio la bienvenida.

-Bienvenido a casa, amor -venía de lo alto de las escaleras.

Al alzar la vista se topó con algo que le dejó más sorprendido que todas las decoraciones juntas. Su novio, su amado y atractivo novio estaba deslumbrante. Vestido con una camisa blanca con los dos botones superiores desabotonados, un chaleco de un sencillo tono negro abrochado solo por un botón por el torso, unos vaqueros ceñidos que se ajustaban en los puntos indicados y unos mocasines culminando el conjunto elegante. Pero eso no era nada frente a la cautivadora sonrisa que le ofrecía junto a su mirada brillante.

Bajó lenta y elegantemente cada escalón, siempre bajo la atenta mirada rojiza del más petizo. Al llegar frente a frente la sonrisa del moreno se ensanchó, mientras que Bonnie intentaba encontrar palabras aún en su estado de asombro.

-Maestro, ¿qué...- fue interrumpido.

-Para ti -el más alto sacó de detrás de su espalda un precioso ramo de tulipanes que destilaban un olor dulce.

Cuando lo tuvo en las manos, el de piel pálida no dudó en hundir la nariz entre las flores y aspirar su exquisito aroma. Ese dulzor le encandiló al pasar por sus fosas nasales. Volvió a la realidad al verse abrazado de la cintura por Bon, siempre con ese toque de cariño que caracteriza sus acciones. Pudo calmarse un poco y las palabras volvieron.

-¿Qué es todo esto? -preguntó con una pequeña sonrisa.

-Quería darte una sorpresa. Hace mucho que no podemos salir a ningún lado por nuestros trabajos. Por eso quise consentirte un poco y prepararte una velada que nunca olvidarás -tomó su mano y la besó. Su voz era susurrante y profunda.

-¿Que nunca olvidaré? Eso... suena muy bien -ensanchó su sonrisa y se dejó abrazar con más aferro, siendo un poco complicado con el ramo de flores entre ambos.

⁺˚*・༓☾One-shots BxB☽༓・*˚⁺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora