Jaemin.
Para cuando entendí que KyungSoo no tenía intención alguna de dejarse de ver en el espejo, ya era demasiado tarde.
No para mí, sino para el pobre espejo. Tanta maldad no podía ser reflejada sin repercusiones severas. Seguro que se rompía.
Tal vez a KyungSoo los nervios se lo estaban comiendo vivo. Era eso o por alguna extraña razón no podía dejar de revisar su aspecto y alisar su traje con los dedos como un auténtico maníaco. Intentaba comprenderlo un poco. Me había enterado de que uno de los chicos más guapos de la universidad iría al baile con él, lo que de alguna manera me daba a entender que pensaba conquistar a ese chico, a juzgar por todo el empeño que estaba poniendo en dejarse más presentable que nunca en su vida.
Por mi parte, ni siquiera estaba seguro de cómo sentirme respecto a aquella situación de mierda. Mi novio iba a estar toda la noche en compañía de su cita, Jaehyun estaría incómodo por todo lo que había sucedido días antes y claramente KyungSoo no tenía planes de estar conmigo, ni aunque le rogara.
¡Vaya!, una magnífica velada animada. Eso era lo que había conseguido, una auténtica noche divertida. Sí, como no.
—Soo no es que pretenda incomodarte, pero estoy seguro de que por mucho que te sigas mirando en el espejo no vas a poder cambiar tu mal genio. Deberías tratar de ser más paciente con tu cita si realmente quieres que funcione.
Sus ojos fulminándome entero me dieron a entender que mis palabras no habían sido las más adecuadas. Ni mucho menos las más inteligentes.
Si quería seguir con vida, claro.
—Cierra la boca y mejor ocúpate de tus asuntos. Tu traje ni siquiera se ve presentable, ¿Lo masticó un burro o qué? ¿No pudiste ni pagar la tintorería?
Y para acabar de rematar mi día, mi compañero de cuarto tenía toda la razón del mundo sobre mi apariencia. No importó lo mucho que me anticipé con llevar mi traje a la tintorería y pedir que me lo dejaran listo, ni siquiera cuanto lo cuidé durante el camino a la habitación hasta colgarlo en mi closet, porque de alguna manera el estúpido había encontrado la forma de arrugarse. Casi como si yo lo hubiera hecho adrede o como si no me hubiera importado en lo absoluto cuidarlo al menos un poco.
Es decir, realmente no me importaba el estúpido baile, pero no por eso deseaba que se notara tan evidentemente que lo hacía. Lucir como un vagabundo tampoco estaba dentro de mis planes.
Lo único que quería hacer era pasarme toda la maldita tarde viendo series mientras comía un bote repleto de alitas de pollo. Disfrutando de la libertad que supuestamente me brindaba el haber finalizado los exámenes.
—Cierra la boca y dime cuando estés listo para irnos. —gruñí, ahora sí de mal humor. A lo que KyungSoo contestó con una sonrisa macabra. Le encantaba verme perder la paciencia, no tenía que ser adivino para saberlo.
El muy maldito tardó otra media hora frente al espejo en donde sospechaba lo hacía para molestarme. Antes de que yo decidiera que era suficiente tortura, mi compañero me dijo con el cabello lleno de gel y la colonia perfumando la habitación, que ya podíamos irnos.
El camino hacia el auto fue algo... extraño. Un montón de estudiantes nos miraban detenidamente a medida que avanzábamos por el campus. Quisiera decir que el crédito de toda la atención se la llevaba mi amigo porque realmente se veía bien, sin embargo, lo cierto era que me encontré con la mirada de varias chicas e incluso chicos, sobre mí que se sentían con el derecho de analizarme.
Una vez en el auto KyungSoo comenzó a ponerme más nervioso, moviendo sus pies constantemente, haciendo un ruido infernal. Cosa que no ayudó en lo absoluto a calmar mi mal humor, ¿Qué esperanza podía mantener de que las cosas salieran bien si ni siquiera alguien como KyungSoo estaba tranquilo?
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Odio |NoMin
FanfictionHe vuelto a ser el mismo idiota sin sentimientos de siempre. La única diferencia es que ahora hay un montón de fisuras en mi corazón que no sanan con nada. Por más que intente siguen ahí. Como un claro recordatorio de todo lo que un chico tan simple...