Jeno.
Me estaba volviendo loco.
— ¿Estás seguro de que le va a gustar? Sé sincero.
—Claro. Es todo ridículo y color de rosa, justo como a ti te gusta.
— ¿Intentas decirme que en realidad no va con él? —pregunté, arrugando la nariz. Quería una opinión concreta, no especulaciones—. ¿Debería buscar algo más apropiado?
— ¡Aleluya! Hablas entre líneas —KyungSoo puso sus ojos en blanco y regresó a mis manos con brusquedad el enorme oso de peluche que me había hecho el favor de sostener. El pobre amiguito parecía triste porque lo habían despreciado—. Si quieres ser cursi no tienes que serlo literalmente. Jaemin ni siquiera tiene un corazón, ¿Para qué te preocupas tanto?
—No lo sé Soo, ¿Quizás por qué lo amo? —fue mi turno de poner los ojos en blanco—. Además, no me digas que no tiene corazón. Sabes que sí lo tiene.
—Siempre te llama imbécil.
—Es con cariño.
—El otro día se burló en la cara de Jaehyun cuando le contó que estaba enamorado de un imposible.
—Tú sabes cómo es para esas cosas —lo defendí con repentina contrariedad. Nada de lo que me dijera sería suficiente motivo para considerarlo insensible.
Podía llegar a ser cruel, pero no inhumano.
—Cómo sea, además ¿para qué le compras cosas que de todas formas no va a apreciar correctamente?
—Porque se acerca su cumpleaños y quiero hacerle algo especial.
La fecha tan esperada para mí (porque para Jaemin pasaba desapercibida gracias a todos los exámenes que presentaba y que aún no terminaba) estaba a la vuelta de la esquina y lastimosamente lo único en lo que yo podía pensar era en lo increíble que tenía que ser su día. Después de todo sería su primer cumpleaños junto a mí después de un año separados.
KyungSoo de mala gana había decidido saltarse conmigo un par de clases para buscarle algo lindo a Chanel en el centro comercial. Tenía muchas ideas en la cabeza, pero no estaba seguro de que todas fueran buenas.
Y ahí era donde entraba mi amargado amigo. Que lo único que hacía era confundirme más.
—Yo insisto en que deberías ser menos ostentoso con lo que vayas a darle —KyungSoo se encogió de hombros—, Jaemin últimamente no tiene cabeza ni para dormir, te aseguró que no va a recordar la fecha.
Sin querer darle la razón asentí, mordiéndome los labios, nervioso. Escuchar eso me desalentaba un poco, pero no lo suficiente para olvidar mi objetivo principal.
Hacerlo pasar un cumpleaños inolvidable.
— ¿Entonces qué sugieres que haga?
KyungSoo se lo pensó brevemente.
—Si yo estuviera en su lugar, y que conste que me baso gracias a lo que he convivido con él, me gustaría que fuera algo sencillo pero íntimo. Debes entender que está cansado y que no tiene ganas de nada, ¿Para qué fastidiarlo más en su día? Simplemente quédate con él y hazlo reír, necesita despejarse de la escuela.
Sus palabras rondaron sin cesar en mi mente, hasta terminar por sonarme correctas. Lo que menos quería era incomodar en su día especial, entendía muy bien lo cansado que estaba, incluso lo mal que podía llegar a sentirse. El objetivo esencial era provocar el efecto contrario: darle felicidad y tranquilidad.
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Odio |NoMin
Fiksi PenggemarHe vuelto a ser el mismo idiota sin sentimientos de siempre. La única diferencia es que ahora hay un montón de fisuras en mi corazón que no sanan con nada. Por más que intente siguen ahí. Como un claro recordatorio de todo lo que un chico tan simple...