La Luna del viudo.

prólogo

—Luna mi niña no sé si sea buena idea el ir nos tan lejos— su madre preocupada trataba de hacer cambiar de opinión a su  terca hija.

—Mamá es lo mejor para nosotras tendré un buen empleo nos darán donde vivir es lo mejor de verdad mamá confía en mi— era la undécima vez qué su madre trataba de hacerla cambiar de opinión pero ella sabía qué una mejor oportunidad qué está no tendría.

—Ay hija confío en ti, sólo qué me prometí jamás volver a ese pueblo  pero eres mi hija y no pienso dejarte a tú suerte yo estaré contigo hasta el día qué muera mi Amor— Doña Lucía tenía pavor qué su más grande secreto se descubriera por eso trataba de hacerla  cambiar de opinión  cosa qué no lograba.

— ¿porqué siento qué me oculta algo? señora bonita, mire usted me durará toda mi vida primero Dios  así qué deje de hablar de muerte y segundo ya madre pasaron más de veinte años desde qué dejó su pueblito ya nadie se debe  acordar de usted y si si pues usted me levanta la cabeza muy orgullosa porqué es una gran mujer y nadie le tiene qué decir lo contrario me oyó— beso la frente de su anciana madre y se dedicó a empacar lo poco qué tenían mañana tendría qué viajar a ese pueblo donde sería la nueva  maestra de primaria amaba su profesión más qué todo porqué amaba trabajar  con niños.

Los nervios carcomían a Doña Lucía no podía permitir qué su más grande secreto saliera ala Luz no dejarían qué las personas malvadas qué le hicieron daño a ella en el pasado trataran de hacerle también daño a su pequeña Luna.

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Dante estaba más qué molesto cómo pudo su cuñado Arturo contratar una nueva maestra sin conocerla  siquiera. No quería meter gente extraña a sus tierras pero la maestrita estaba muy bien recomendada por el padre Jesús y así ni como decir qué no.

—Ya basta Dante deja de dar tantas vueltas el padre Jesús dijo qué es una gran mujer y qué viene con su madre las dos son mujeres solas pero trabajadoras,  si no la quieres en tu hacienda no importa las llevaré a mi casa  les daré una cabaña seguro estarán cómodas—

—No digas tonterías si  dices qué la maestría es joven no  puedo permitir qué camine desde tú rancho al mío es un camino muy sólo saber qué le podría pasar aquí se quedan sólo qué no podrán entrar a la casa grande encárgate de ello, qué sepan qué solo en su cabaña pondrán entrar el resto del rancho está prohibido para ellas  además tienes a Irina y sabes lo celosa y posesiva qué es contigo no le gustará saber qué tendrás una joven muchacha cerca de ti—

—Tal vez tienes razón Irina no estaría nada contenta así  qué ahora la maestra y su mamá son tú responsabilidad mi querido cuñado— sonrió cuándo Dante empezó a gruñir.

Dante no dejaba de pensar en la nueva maestra todavía no la conocía y ya le estaba dando dolores de cabeza Solo esperó qué sepa hacer bien su trabajo qué la mediocridad no la tolero pensó.

Desde qué su amada esposa Emeralda falleció, para el nada tenía sentido vivía solo por vivir,  todos sus sueños y sus aspiraciones murieron junto a su bella esposa convirtiéndolo en un muerto viviente frío y despiadado.

Les quería dejar una probadita de mi próxima Novela, para mayo ya estaremos actualizando. Esperó les gusté! 🤩😍🌻🌻🌻🤗