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Como debería empezar, no tengo ideas y bueno, ese estúpido azabache es díficil de conquistar, su corazón jamás es entregado a alguien, pero tengo un deseo muy fuerte de que este a mi lado.

Camine por el patio de la militar mirando las flores que se abrían, miré hacia la ventana tomándome con sus, ojos, mi corazón comenzó a latir con fuerza, solo sonreí.

Decidí quedarme en el patio momento más, sintiendo los cálidos rayos del sol que tocaba en mi cuerpo, me gustaba la sensación, sentía la helada brisa recorrí mi rostro recorrer mi cabello, aunque sabía que me estaba mirando por la ventana decidí ignorando por completo, mi mente estaba pensando y me estaba frustrando, no podía encontrar que hacer para poder llevar todo esto acabó, así que me molestaba internamente.

Decidí dar un paseo un rato para disfrutar de mi soledad, no me incomodaba era agradable pensar en otras cosas y no en estresarme con cosas como qué darle a Roy. Decidí entrar a una cafetería, pedí un café un pastel para poder acompañar y de pronto me imagino llegar a mi azabache favorito, que tome asiento frente a mí y me pide probar de mi pastel, salí en ese pensamiento agitando mi cabeza de un lado a otro, con sólo pensar en esas tonterías mi corazón comenzó a latir con fuerza mi respiración se volvió agitada mi estómago se revolvía, no me cansaba de desagrado pero sí es un poco molesto y a la vez era lindo.
Al terminar me levante y comencé a dar vueltas mirando las tiendas que se me cruzaban, mientras caminaba el viento se volvió un poco más intenso y frío dándome señal de que la tarde ya había caído y era hora de volver a casa.

A la mañana siguiente me encontré con el coronel en la grada de la milicia, estaba con Riza, yo sabía que ella estaba enamorada de él y sentía ese deseo egoísta de querer al coronel para mí...¿Será capricho?...cuando aquel azabache quedó solo me acerque

-¿Ahora estás de ligón con la teniente? - pregunté molestó intentando que no lo notará

- No...¿Recuerdas que dije que te esperaría? - se agachó a mi altura y me miró directamente a los ojos, esos ojos oscuro...¿Que hubiese pasado si hubiese accedido a estar la noche con él?...

- S-Si...pero...es...es díficil - mencionó queriendo evitar su mirada, solo con tenerlo en frente mis mejillas ardían y entraba en nervios, él se disponía a hablar pero se escuchó una fuerte explosión  desde fuera de las instalaciones de la milicia, ambos salimos llevándonos con la sorpresa de que una guardería de infantes había sido atacada, no lo pensé ni dos veces y corrí hacia allá salvando a los niños de los escombros, por algún motivo no habían adultos preocupándome más acerca de la situación.

El último niño tenía su pierna atrapada entre los escombros, se la quite y le dejé que saliera, me disponía en salir pero sentí un fuerte golpe en la cabeza y caí al suelo, comencé a ver borroso, intenté levantarme pero recibí otro golpe, lo último que recordaba antes de ver oscuro fue a ver escuchado la voz de Roy gritando mi nombre con desespero, luego cerré los ojos sintiendo que caí sobre agua espesa y sentía mi cuerpo pesado.

Mientras mis ojos se cerraron fui invadido por un sin fin de sensaciones y un mar de recuerdo realmente sorprendente, sentía cada dolor y emoción todo al mismo tiempo, mi pecho comenzaba a doler y lo apreté con mis manos, era doloroso, mi cabeza comenzó a doler sintiendo punzadas en distintas partes y podía escuchar las voces de mis amigos o la de mi madre haciéndome sentir un gran dolor, solo podía pedirle perdón, había algo que sabía de ello que no dije y calle y por eso mamá murió, sabía que en realidad fue mi culpa...

Abrí mis ojos de golpe, mi pierna estaba atada en una aro de acero firme en mi pie, estaba apretada y me dolía, mi cabello estaba suelto y caía sobre mis hombros, miré mis manos que estaban libre pero no podía usar la alquimia, no sabía que estaba pasando.
Miré el cuarto que estaba algo oscuro y había una puerta enorme que se abrió haciendo aquel ruido tan molesto, veía algo borroso por lo tanto no podía ver bien a la persona que entró, estaba seguro que estaba algo drogado

- Despertaste mocoso - mencionó el sujetos, estaba un poco aturdido

- ¿D-Donde estoy ?- pregunté

- Que bueno que preguntas, te diré dos cosas, primero, nadie te encontrará aquí y segundo - se acercó a mí y sujeto de mi mentón haciendo que sintiera que algo malo pasaría - ahora serás mi esclavo - sonrió, comencé a temblar ante sus palabras, sentía miedo

- Es-Esclavo...¿Porque no puedo usar mi alquimia?- pregunté con la voz algo temblorosa

- Eso no lo sé, de seguro es un bloqueo mental, y si, serás mi esclavo, harás todo lo que te pida y diga y si te quejas te voy  castigar ¿Entendido? - mencionó, gire mi rostro con algo de brutalidad y lo mire con odio, el sonrió y se fue sin decir nada dejándome allí.

No se cuanto tiempo pasó, estoy seguro que algunas horas, pero había un problema, siempre entraban tipos con túnicas y máscaras y me inyectaban una especie de droga sacándome de algunos sentidos, eran calculadores.s, el efecto no duraba más de un par de horas y como ellos lo sabían entraban en el momento adecuado, volvió a entrar el hombre con una bandeja de comida, me dijo que comiera, obviamente no quería y me negaba pero el insistía hasta que se enojó, lanzó la bandeja con comida hacia un rincón y comenzó a acercarse a mi, me asusté y comencé a alejarme pero choque con la pared,luego sentí dolor en mi mejilla, el tipo me había golpeado, luego me golpeó en el estómago con fuerza y caí al suelo me sujeto del cabello

- Este no es el castigo - mencionó de forma lenta y comenzó a quitarme la ropa, puse sus manos encima deteniendo sus actos pero... aún estaba débil por la droga que me habían puesto recientemente. Mientras me alejaba para quitar mi ropa yo intentaba detenerlo, pero era muy díficil - Quédate quieto - me decía...pero es imposible

- N-no quiero...- decía mientras jadeaba por el esfuerzo que le pedía a mi cuerpo mientras estaba cansado por la droga, me golpeó el rostro otra vez y me quito la ropa completamente dejándome desnudo, quedé avergonzado, mis mejillas ardían y ya estaba muy nervioso...¿Que hago?

- Que lindo - me decía acariciando mi cabello, yo golpee su mano alejándola de mi cabeza, el sonrió y me agarró de la muñeca llevándome hacia a el y me cuerpo quedó contra el suyo, me sentía extraño y comencé a temblar - Descuida, te haré sentir mucho placer - susurró en mi oído, intenté alejarme de su cuerpo pero me volvió atraer hacia el y comenzó a acariciar mi cuerpo, mis brazos, mi torso, mis piernas, me sentía incómodo, no quería que me tocara, aún que solo eran sus manos se sentía mal

- Sueltame....no me toques - decía, me tiró al suelo y quedó sobre mi, beso muy cuello y comenzó a morderlo, bajo hasta mis pezones y comenzó a lamerlo, se sentía extraño...- Porfavor ya basta ..déjame - solo me quedo rogar no quería que fuera más allá de los toques

- Solo relájate - me dijo mientras su lengua pasaba por mi torso y llegaba a mi zona más íntima, me dejó boca abajo y levantó mi cadera gire mi cabeza con miedo y sentí sus dedos entrar en mi, no pude evitar gemir sintiendo mucho dolor, mordí mi labio con fuerza y el comenzó a reírse....solo podía rogar que parará

Enamorando A Roy ; TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora