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Estabamos en Francia, buscando el hotel, Roy me decia que preguntará pero por mi orgullo no le hacia caso hasta que el de decidió preguntar, la gente le dio la dirección y luego de un par de regaños, por fin estabamos en el cuarto, llegamos de noche así que hacia frío afuera.


Roy encendió la chimenea con su alquimia y me dejé caer sobre el colchón, hundiendome en las almohadas.

- ¿Estas cómodo? - Preguntó él caminando hacia donde me encontrba yo

- Si - mencioné rápido ocultanfo mi rostro en las almohadas

- No seas holgazan y desempaca - senti su voz fría y sería

- No quiero - mencioné

- Tu - le escuche molesto h luego senti sus manos haciendome cosquillas, comence a estallar en risa y le decia que parará, pero no me hacia casi, se detuvo por unos segundos hasta que mi cuerpo se recuperó un poco y el continuó con su ataque - Te soltare hasta que me digas que vas a desempacar - menciono divertido, no tenía más opciones así que como pude, entre risas, le hablé

- BIEN, BIEN!! PERO PARA!! - grite retorciendome entre las risas - Huu...Mi estómago duele - mencioné tocando mi abdomen

- Así que eres cosquilludo - sonrio con malicia, me levante de la cama dispuesto a salir corriendo pero el me atrapo y siguió haciendome cosquillas, no podia para de reír, agarre una almohada como pude y se la lance a la cara, me dio tiempo de levantarme y encerrarme en el baño

- No saldré hasta que prometas dejar las cosquillas - dije secando las lágrimas que salían de mis ojos por la risa

- De acuerdo, solo ven a desempacar - dijo, apenas abrí la puerta el me acorralo contra una pared y me beso de forma desesperada, quede algo sorprendido pero le correspondi.

Sus besos eran demasiado adictivos, demasiado dulce.
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Dormimos juntos en la misma cama despues de desempacar, eso me había puesto nervioso y feliz.

El solía dormir con unos pantalones largos y sin camisa dejando todo su torso al descubierto, mientras que yo dormía con mi polera negra y mi ropa interior.

La noche era fría, para ambos y a pesar de que le dije que se abrigara el me ignoró y me abrazó por la cintura, sentí su cuerpo chocar con mi espalda y sentía su parte baja contra mi, me ponía nervioso, a tal grado que había perdido el sueño, no sabía si sentirme feliz o preocupado, quedó ignorar el hecho de que estabamos durmiendo juntos y me hizo pensar en...¿Que éramos ahora?...
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Desperte a la mañana siguiente notando como él aún tenía sus manos alrededor de mi cuerpo, me di la vuelta suavemente quedando frente a frente y Dios, por fin entendí la perfección, este hombre era perfecto. Me quede mirandolo como idiota por minutos hasta que me digne en moverlo del hombro para depertarlo, vi como se quejaba y comenzaba a abrir sus ojos lentamente, como yo le estaba mirando pude ver mi reflejo en sus ojos

- Buenos días - habló bajo y sonrío

- Buenos días - contesté también sonriendo, el se dio la vuelta quedando boca arriba y como no me soltó yo quedé encima de él

- ¿Estas cómodo? - mencionó

- ¿Por qué siempre haces cosas raras?

- Por que quiero - dijo, me agarró de la cabeza y me beso de forma tierna, pero mi estómago arruinó el momento anunciando el hambre que tenía.

Nos levantamos, nos cambiamos la ropa y fuimos a desayunar, habíamos decidido salir a caminar luego del desayuno, almuerzo y terminariamos con una caminata nocturna así que nos pusimos en marcha.

Enamorando A Roy ; TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora