Sentía que los chicos en la milicia me tenían lástima.
Desde que salí del hospital, hace dos semanas casi todos en la milicia se enteraron de que fui secuestrado, utilizado para experimentar con drogas y que abusaron sexualmente de mi.
Cuando esta noticia se esparcio el entorno de la milicia cambio, me trataban con más delicadeza, me trataban como aún niño de seis años y me empezaba a molestar demasiado, no quería que las cosas cambiarán y aquí estaba, cambiando todo lo que se podía en no mas de cinco minutos que era la cantidad de tiempo en la que se propaga un rumor o una noticia.
Mientras caminaba por los pasillos de la milicia sentía las miradas piadosa de las personas, en verdad no me gustaba, me hacia sentir...me hacia sentir mal.
Entre a la oficina del coronel y me senté en el sofá, él hombre hablaba con algunas personas y con Riza, luego de unos minutos esa gente se fue y el coronel se sentó a mi lado acariciando mi corto cabello, suspire y aleje su mano, el me miró en busca de respuesta y me digne en contestarle
- No quiero que sientas lástima, es verdad que te confesé mis sentimientos, es verdad que te negaste, pero si ahora decides aceptarlos juro que te mato - mencioné lo ultimo mirandolo serio
- ¿Por qué? - me pregunto curioso
- Porqué no seria justo y seria muy doloroso que me aceptaras por esto, te dije que quiero ganarme tu corazón...Así que espérame - mencioné desviando mi mirada, sentía las mejillas arder y recordé que estando en el lugar lo que me mantenía firme era este maldito hombre, Roy...Es el nombre que cualquiera le daría aún hijo para convertirse en Rey...Mustang...era...era simplemente el nombre tal vez de alguien poderoso, amaba su nombre, siempre me hacia pensar en eso
- Yo dije que te esperaría - su voz me saco de mis pensamientos y acarició mi cabeza con dulzura, sonreí...De verdad me esperaría ...
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- ...Y si dijo que me esperaría es porque mis sentimientos son correspondidos ¿no?- le conte al pequeño niño de ojos azules que vivía ahora con nosotros, a él le contaba todo como si fuese una especia de cofre en el cual uno podía guardar hasta sus más oscuros secretos- yo también pienso lo mismo, una persona no va por hay diciendo a otra que esperará hasta que le conquiste a no ser que quiera molestarte - decia Hideki sin dejar de tomar su taza de té.
Solte un suspiró desganado.
En ese momento recorde momentos en lo que había estado con Roy, fueron momentos lindos y no pude evitar sonreír, tome mis cosas y salí del departamento buscandolo, claro que no sería facil conociendolo.
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Al final del día no le encontré y me molesté demasiado, me encontré con Hideki diciendome que era hora de volver, caminamos lado a lado en silencio- Creo que a Roy le gustas así tal cuál eres, creo que el estaba enamorado de ti antes que tu de él - el chico interrumpio el silencio que se había formado
- ¿Como puedes decir eso? - Pregunté curioso
- Porque el siempre te esta protegiendo pero tu nunca te has dado cuenta...- el castaño dejó de hablar y seguiamos caminado por la oscura ciudad en pleno silencio, no era incómodo, me dejaba pensar en un sin fin de cosas hasta que llegamos al departamento. Usé las llaves para poder entras y Hideki entró primero encendí las luces y me senté en el sofá a reflexionar... ¿Será verdad?....
Sin darme cuenta me dormí, pero mi sueño se vio interrumpido por las pesadillas más intensas.
Aquella pesadilla de la transmutación comenzaba a desaparecer pero volvió a atormentarne junto a las crueldades del secuestro, esa gente muriendo frente a mi y yo sin hacer nada e incluso luego de salir hacía dos semanas no podía utilizar mi alquimia...Desperte de golpe, mire a mi lado derecho y me encontre con Al caminando hacia mi y se sentó a mi lado, abrió sus brazos en una señal de abrazarme y correspondi, lo abrace y él a mi, sentí su mano acariciar mi cabeza con cuidado, no había palabras entre nosotros, solo se escuchaba el viento por fuera y algunas hojas chocar entre sí, también lo único que se podía sentir eran los pequeños mimos que Al me daba tranquilizandome.
- Otra vez las pesadillas? - dijo en voz muy baja que solo yo pude escuchar
- Si - contesté, la puerta sonó cosa que ambos ignoramos y sentimos al de ojos azules abrirla, escuchamos pasos hacía nosotros y rompimos el abrazo para ver quien era
- Hola coronel - sonrió Al
- ¿Que te trajo hasta aquí? - estaba molesto quería seguir abrazado a mi hermano, estaba muy cómodo, tanto que casi me volvía a dormir
- Vine a ver como estaban - mencionó, Al se levanto y sonrío
- Iré a preparar la cena, ¿Se queda a comer con nosotros? - mencionó feliz, el hombre me miró y luego vio a mi hermano aceptando la invitación, este se fue de la sala y Roy se sentó a mi lado en el sillón suspirando
_ ¿Mucho trabajo? - Pregunté curioso
- Si
- Oye...Con respecto a lo de antes...
- Déjalo
-Pero tengo que saber...Debo saber...Si tu....Si tu sientes lo mismo por mi que yo por ti - estaba demasiado nervioso que ni siquiera podía ver su rostro.
-¿Por qué deseas saberlo?
- Solo dime - gire mi rostro al lado contrario de él evitando que me viera, pero estaba seguro que mi sonrojo era tal que podía cubrir mi cuello y mis orejas, sentí su mano sobre mi cabeza y luego sentí que me abrazaba, era tan cálido, era tan cómodo, era una sensación muy bella, luego sentí su mano tomar mi mentón y mover mi cabeza hacia donde el se encontraba, nos ibamos acercando poco a poco, nuestras respiraciones se mezclaban y el roce de nuestros labios hacía que mi corazón latiera, solo un poco más y nos besariamos
- La cena esta lista - era la voz de mi hermano que nos asustó a ambos y nos separamos rápido
- Vamos a comer - mencionó levantandose y empezando a caminar detrás de mi hermano
- Tsk - ahora odiaba a Al, había interrumpido el mejor momento de todos, simplemente quería sentir sus labios sobre los mios, quería sentir esa sensacion de nerviosismo en mi....
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La cena había terminado, Hideki no paraba de hablar de cosas de su escuela, por que mi hermano tuvo la idea de inscribirlo y eso lo hizo feliz, Alphonse lo escuchaba alegre y se reía de vez en cuando, Roy contestaba algunas de sus preguntas y yo escuchaba a todos hablar mientras daba una que otra sonrisa, pero estaba perdido en mi mente, pensando.- ¿Que dices hermano? - su voz interrumpio mis pensamientos, no basto con interrumpir el beso aparentemente
- ¿Que cosa pregunté? - con desinterés hasta que note el orden de como estabamos sentados, Al estaba sentado frente a mi y Hedeki estaba sentado a su lado derecho, y a mi lado, frente a Hideki estaba sentado Roy, ni cuenta me había dado
- ¿Por qué nunca pones atención? - pregunto Al cansado de mi falta de interés, me disponía a contestar pero sentí la mano de Roy tocar mi muslo haciendome estremecer...¿por qué me está tocando?
- So...Solo dime...d-de que hablaban - era dificil hablar mientras la mano de Roy recorría mi pierna, sujete su mano y lo mire con odio y el me vio divertido...Joder no es gracioso.
Las horas pasaron y Roy debía irse, le acompañe a fuera mientras hablabamos de tonterias sin sentido, como dulces favoritos, platillos favoritos y ahora le pregunte cuál era la mayor vergüenza de su vida, el se detuvo y me miro
- Mi mayor vergüenza es esta - se acercó a mi agarrandome por detrás de la cabeza y me besó, fue un beso suave y tierno, estaba oscuro y el viento era fresco pero apenas podia sentir frío, se separó lentamente de mi haciendo que sintiera cosquillas y me miró a los ojos - Eres la persona más fuerte y valiente que conozco, así que lograste hacer que me enamorara de ti - mencionó dandose la vuelta mientras caminaba, me quede parado viendo como se alejaba cada vez más y más de mi, toque mis labios con mis dedos y sonreí, había sido la sensación mas extraña pero hermosa que había sentido.
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Enamorando A Roy ; Terminada
Fiksi PenggemarUna apuesta entre chicos, haber que chico logra conquistar al mejor alquimista, Roy Mustang, una apuesta que fue muy lejos.