CAPÍTULO 1

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Tranquilízate

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Tranquilízate. Ya estás aquí... 

TaeHyung caminaba por el aeropuerto, aferrado a su mochila y maletas, buscandocon los ojos la salida de ese lugar, temblaba de nervios, logrando llamar laatención de las personas a su alrededor, poniéndolo aún más nervioso. 

Se detuvo a leer un cartel donde indicaba donde se encontraba todos los lugaresdel aeropuerto, logró tranquilizarse al ver que no se encontraba muy lejos delservicio de taxis, soltando un suspiro se encamino al lugar. 

Subió a uno, indicándole, con un italiano perfecto, que lo llevara al centro de laciudad, el taxista estaba sorprendido que un turista pudiera hablar el italiano tanfluidamente. TaeHyung pagó y bajó del taxi, miró el enorme edificio que seimponía enfrente suyo, logrando que las manos le volvieran a temblar, conformefue avanzando se quitó la gorra y cubre bocas, entró y se dirigió a recepción. 

— Buenas tardes – saludó la secretaria que vestía un impecable traje gris y elcabello perfectamente recogido – ¿En qué le podemos ayudar? 

— Quisiera saber si Jasón Pergolizzi trabaja aquí – dijo luchando para que nole temblara la voz. 

— Si aquí trabaja, ¿Tiene alguna cita con él? – la secretaria pareció notar losnervios de TaeHyung, pues le habló con más amabilidad. 

— ¿Puede decirle que su hijo está aquí? – TaeHyung nunca pensó que algunavez en su vida tendría que decir eso, sonaba tan anticuado.Entonces la mirada de la secretaria cambió de una amable a una hostil, lo analizócon la mirada soltando un suspiro. 

— Escucha chico no eres el primero en venir a qué a decir que eres su hijo, tevoy a pedir que te retires – habló ella con un deje de hostilidad.Eso desconcertó a TaeHyung, de inmediato saco su cartera donde mostró su ID yse la entregó a la secretaria. 

— Por favor, entréguesela a él y si dice que no me conoce me iré – la mirosuplicando – Por favor...– repitió con preocupación. 

La chica se sorprendió ya que eso nunca había ocurrido, normalmente seenojaban y reclamaban diciendo que eran hijos de aquel señor, con eldesconcierto a flor de piel se levantó de su lugar dándole una última mirada aTaeHyung y se fue. El chico soltó un suspiro cansado, recargándose en elmostrador. 

— Puede ir a la sala de espera nosotras lo llamaremos – dijo la otra secretariaque era igual a la anterior, TaeHyung agradeció con la mirada y se retiró allugar indicado. 

Era un espacio grande con varios juegos de sala de cuero negro, él se sentó enuno individual que estaba a sólo 30 pasos de la recepción, cerró los ojos unmomento tratando de relajarse, pero lejos de hacerlo sólo se inquietó más, pasosus manos por su cara para luego observarlas, su mirada se fijó en donde una vezhubo un anillo. 

— ¿Qué hacemos aquí? – cuestionó, mirando el parque en donde seencontraban 

— ¿Acaso no sabes dónde estamos? – preguntó tomándolo de la cintura. 

— Como no saberlo, este es el parque en donde nos conocimos – dicepermitiéndose ser rodeado por los brazos contrarios – Y donde me pedisteser tu novio – finalizó con una sonrisa. 

— Donde te pediré que seas mi esposo. 

— ¿Qué? – él se separó, totalmente desconcertado. 

El chico se arrodilló ante él, sacando de la bolsa la caja y barrila mostrando unantiguo anillo. 

— Cásate conmigo – dijo, simples palabras que hicieron detenerse al mundo deTaeHyung. 

— ¡Oh dios mío...! – entró en shock y aceptó de inmediato, apenas susurro unsí, extendiendo la mano con alegría. 

"¿Dónde están las promesas de un amor eterno? ..."

 — Joven...

 TaeHyung despertó de su recuerdo, limpiándose las lágrimas, se levantó y miró ala secretaria, quien le devolvía la mirada con pena. 

— Sígame, por favor – fue lo único que dijo, comenzando a caminar, lo guió alelevador para después llevarlo al último piso, pasando por varias puertascolor café con distintos nombres grabados, deteniéndose enfrente de laúltima puerta. 

— Su padre lo está esperando – dijo y se retiró. 

Él tocó e inmediatamente obtuvo respuesta, TaeHyung respiró profundo paratomar valor y abrió la puerta. Ahí se encontraba un hombre casi igual a él, sentadodetrás de un escritorio, estaba arreglando unos papeles, levantó la mirada y vio aTaeHyung con una sonrisa.

 — Jamás creí verte aquí – le dirigió la palabra, levantándose de su silla, rodeóel escritorio y fue a abrazar a su hijo. 

— Tampoco yo – dijo aceptando el abrazo que tanto necesitaba, pero no losabía – Pero te necesito. 

Su padre lo ayudó con su maleta poniéndola en un sillón de la oficina, la cual esmediana, las paredes están cubiertas por grandes libreros de madera como elescritorio, dejando un gran ventanal donde se podía ver la esplendorosa Romaalzándose a su espalda. El hombre tomó su asiento detrás del escritorio yTaeHyung enfrente de él 

 — ¿Tu madre o alguien sabe qué estás aquí?

 — No y me gustaría que se quedara así. 

— ¿Cómo supiste que estaba aquí? 

— Google es poderoso – sonrió con picaría. 

— Bueno... ¿Qué necesitas? 

— Quiero cambiarme el nombre – dijo, tomando su mochila para sacar unfolder que contenía dos papeles, se los entregó y su padre lo miróconfundido. 

— ¿Por qué? – habló, tomando los papeles y leyéndolos, dejándolo perplejo –¿De dónde sacaste esto? 

— Porque no tengo tu apellido – encogiéndose de hombros – Y solo losencontré.

 — Que linda mentira, ahora me puedes contar la verdad, ¿Por favor? –TaeHyung no respondió sólo volteó la mirada pues sus ojos sehumedecieron – Mira hijo no creo que sea lo mejor abandonar tu vida porquetu novio de dos meses te de... 

— Ocho años... Y era mi prometido – dijo con dureza – No sólo me rompió elcorazón, también me rompió el alma y la vida... 

— Hijo... 

— Sólo quiero que Kim TaeHyung muera.

Edt; ¿Cómo podían leer esto con tantas faltas? xD

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Edt; ¿Cómo podían leer esto con tantas faltas? xD

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Escapando del mundo //KV//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora