Taehyung sufre una gran traición y decide escapar de su dolor, creando una nueva vida, econtrando nuevas amistades, grandes aventuras
Historia dedicada a @Mardy103 quien me insistió en hacer esto
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Las semanas pasaron y Vante ya quería irse de Japón, las fans de NamJoon eran demasiadas ahí y se le quedaban viendo, tomándole fotos sin que se diera cuenta o acercándose demasiado, lo suficiente como para que Reeves gruñera amenazado, algo que jamás había pasado, ni siquiera sus propios seguidores se ponían así al verle, pero aún no podían irse, Keita tenía entrevistas con canales deportivos y muchas juntas de propuestas de trabajo.
A pesar de todo esto siguieron saliendo y disfrutando de las competencias, además de que tenía a su propio guardaespaldas personal, aun así, los chicos se sentían incómodos ante tanta atención, lo único bueno fue que su canal había subido en seguidores al igual que en sus demás redes sociales.
Estaban caminando entre las plazas donde se venden las figuras de acción y cosas de animes, Vante quería gastarse todo su dinero en eso, pero HwaSa no lo dejo, los demás iban bromeando sobre lo extrañas que pueden ser las figuras mostradas en los aparadores.
— Vamos HwaSa sólo una figura más – Vante suplicaba para comprarse otra figura.
— No, ya compraste 5, además tienes que pagar paquetería para enviarlos hasta la casa de Keita – le recordó.
Vante sonrió triste, sería para la próxima, los envíos eran caros, siempre que compraban cosas que no cabían en su maleta las enviaban a la madre de Keita quien las guardaba hasta que fueran a la casa.
— Sí, la última vez que hablé con ellos estaban por tomar un taxi – informó, los padres de Keita regresaron a Canadá esa mañana pues tenían que trabajar.
— Yo también me quiero ir – habló Hugo haciendo una seña disimulada con los ojos a unas chicas de uniforme que se les quedaron viendo, más precisamente a Vante.
— Recuérdenme ¿Por qué nos quedamos? – HyunAh también estaba un poco harta de aquel lugar.
— Porque aún no nos hemos decidido a donde ir – HyoJong le recordó.
Justo en ese momento el ringtone sagrado para los mochileros comenzó a escucharse, era el que sonaba cuando National Geographic quería mandar a Vante a un increíble lugar.
— Dime que es un lugar alejado – pidió Vante al contestar.
— Islas Loncoteen, Noruega – dijo la mujer divertida por el tono desesperado del chico.
— ¡Agradecido con el de arriba, muchas gracias, Dios! – exclamó Hugo cuando Vante puso la llamada en altavoz.
— Necesitamos unas fotos de las montañas – pidió amable.
— ¿Viáticos? – puede que este agradecido, pero los negocios son negocios.
— Todo pagado para ti y tu equipo – dijo ella con más seriedad.
