𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 49: 𝐶𝑖𝑡𝑎.

1.4K 267 6
                                    

Track. Seventeen - Marina & The diamonds; Tienes toda la sensibilidad de un chico de clase alta.




Lo único bueno que podría rescatar de aquellos espantosos días en casa, fue el poder ver a JiHyun. Estar con el después de tiempo sin poder hablarle, porque ellos solo me habían tenido como un estúpido muñeco. Papá llegó la noche de ese día, no era sorprendente de todas formas. Pero, ambos me estuvieron llevando a distintos eventos y lugares a los cuales debían asistir, obligaban a que pusiera mi mejor rostro, ropas formales, y yo estaba tan cansado, aburrido.

Siempre me sentaba cerca de alguna puerta y siempre, SeoMin lanzaba hacia mí, chicas de grandes familias para que habláramos, sentía la necesidad de gritarle que cada uno de los pretendientes que me traía me importaban una mierda, pero necesitaba el dinero. Todo esto era por el jodido dinero.

Esta vez, era diferente. Me había rehusado a vestir de traje para esta estúpida cena de negocios. Así que yo solo me puse un suéter azul. Quería ir a casa con JiHyun, ver una película o algo que realmente valiera la pena hacer, pero no, justo ahora, SeoMin traía del brazo a un chico. Un chico que solo pudo mirarme desde arriba desde el momento en el que nuestros ojos se encontraron.

Sentí asco de la forma en la que él mismo se veía superior, pero solo guarde silencio, y entonces ella, con esa voz de alegría falsa, me dijo: -JiMin, bebé, quería presentarte a NamHyuk.

Hice un chasquido. Mierda, como odiaba a esta mujer y sus intentos porque yo definitivamente olvidara a YoonGi, o peor aún, sus intentos avariciosos por conseguir una familia rica para ayudar a los ingresos familiares. Él, se inclinó levemente en forma de saludo y entonces se sentó a mi lado, yo no hablé nada en ningún momento. Los labios de ella, teñidos de un rojo potente, se movieron hacia una mueca rápida, remarcando lentamente que no arruinara esta oportunidad antes de irse a coquetear con algún hombre de por ahí.

Me puse de una forma sobre la silla, que aún era espaciosa, dejando que mis brazos pudieran aferrase a mis rodillas sobre mi pecho, escondiendo levemente mi cara en la tela de jeans que cubría mis piernas. -Ella quiere buscarte novio.

Afirmó. Me di cuenta de que su voz no sonaba con aires de superioridad como habría esperado, y eché un vistazo a su rostro por primera vez. Tenía facciones adultas, demasiado. Se veía al menos dos o tres años mayor que yo. Yo solo tengo dieciséis por el amor de dios, hasta YoonGi, con dieciocho, parecía un jodido pie grande comparado conmigo. Era algo atractivo y me estaba mirando, lo cual no pudo importarme menos. -No. Lo que ella está buscando es algo que asegure que tendrá dinero por siempre.

Lanzó esa mirada indiferente, presionando sus pequeños labios. -No es una sorpresa, todos aquí hacen eso, a nadie de este lugar le importa si consigues a alguien cuyos sentimientos de amor sean mutuos. Solo hay dinero de por medio. -me sonrió, pero fue algo duro, no fue una sonrisa verdadera. Yo no lo hice, no tenía ganas de ser agradable con este tipo, mucho menos después de que fue SeoMin quien lo puso a mi lado. No confiaba en él. -Tienes unas facciones muy frías, niño.

-No me digas así.

No sé porque actué tan ofendido al respecto, pero sinceramente, no lo pensé mucho. -Es lo que eres después de todo. ¿Estas estudiando siquiera?

-Creo que eso no es de tu incumbencia, después de todo. -me encogí de hombros. Él vio hacía otra dirección, apartando sus ojos marrones de mí. Probablemente con su orgullo herido por mis palabras toscas, que cada vez se parecían más a las de YoonGi.

-A la defensiva. Supongo que tienes novio o algo así. ¿Me equivoco? -dudé. No debía decirle, eso sería un problema, así que me quede callado de forma grosera, sin hacer ninguna respuesta hacia su pregunta. -Lo tienes.

-No.

-Claro que lo haces, y SeoMin no lo quiere. Ella no lo quiere porque supongo que no es algo que vaya a darle dinero. -volvió a mirarme. Me sentía desnudo, por la forma en la que lo hacía. Me privaba de mi libertad mental.

Bufé. -Crees saberlo todo, pero no es así, niño rico.

-Ese es un estúpido apodo, incluso para ti. Porque, por si no te diste cuenta, aquellas dos palabras te describen también. -rio, roncamente.

Me sentí algo avergonzado pero no lo demostré.

Hablamos por otro rato más cuando SeoMin llegó hacía donde nosotros estábamos con una gran sonrisa. - ¡Me alegra ver que se están llevando bien! He hablado con el padre de NamHyuk, ustedes dos tienen una cita mañana, él irá por ti a la escuela.

Cuando lo apuntó con su dedo, NamHyuk no parecía en lo absoluto sorprendido, y con la misma cara de pocos amigos con la que había llegado, se levantó y me ayudó a ponerme de píe, (aun si aquello era completamente innecesario) tomando mi mano, de forma delicada. Cuando hicimos contacto, rápidamente me alejé levantándome yo mismo. No lo necesitaba. Era estúpido.

¿Siquiera uno de nosotros tenía opinión respecto a esto?

La vuelta a casa fue casi como si todos fuéramos en una carroza fúnebre junto con a la joven viuda que se queda con toda la fortuna, y obviamente, no está dolida al respecto. Exactamente esa era la sonrisa que tenía SeoMin en su rostro.

Una cita. Jesús, ¿Cómo siquiera iba a contarle esto a YoonGi? Él explotaría. Estuve nervioso todo el camino hasta que llegamos, y fue ahí, cuando vi que tenía mensajes de su parte en mi teléfono. Me llamó, quizás una hora más tarde y vi hacia los pasillos en espera de que nadie estuviese cerca, como para escuchar.

- ¿Y bien? -preguntó. Se sintió tan bien escucharlo después de este día de mierda.

-Quiero verte, YoonGi.

-No creo que sea lo más razonable ahora mismo. -se detuvo unos segundos escuchando mi pesada respiración. - ¿Hay algo que tienes que contarme?

-Creí que no iba a ir hacía más pero supongo que eso es lo que ella quiere.

- ¿De que estas hablando?

-Me ha estado forzando a hablar con chicas. -susurré. Probablemente esperé que supiera lo que eso significaba, pero no dijo nada. Solo se mantuvo allí, en la línea. -Ella quiere que consiga a alguien pronto.

- ¿Por qué?

-Ella te odia, YoonGi. Creo que también a mí, pero supongo que el hecho de que soy su hijo cambia muchas cosas. Esta obstinada a que te olvide. -camine por la habitación, sacando el frasco que Ha-won me había obsequiado y tirando sobre mi palma tres o cuatro pastillas. Estaba harto de la forma en la que mi estómago se contraía hacia la presión de la situación. -Está obstinada a obtener todo lo que quiso conmigo pero que yo nunca la deje. Siempre le prohibí muchas cosas, ahora que tiene el control completo sobre mí, hace lo que quiere.

-Yo te dije que era una mala idea, joder.

Ignoré aquel comentario, porque no era inteligente darle más vueltas al asunto.-Tengo una cita mañana, él pasara por mí después de la escuela.

- ¿Él?

-Se llama NamHyuk.

Hubo un silencio que se prolongó durante un tiempo antes de que se escuchara el sonido de que YoonGi había colgado. Él lo había hecho.

Llamé otra vez, otra vez y otra vez. Probablemente en la quinta, él realmente me contestó con voz levemente exaltada, aquella forma de hacerme saber que esto estaba molestándole sin siquiera decirlo. -Podrías haberme mentido sobre eso.

Eso fue todo lo que dijo, y yo lo entendí, quería decir que yo había podido decirle que realmente nada había pasado. Podría haber ocultado la cita, podría haber envuelto lo nuestro en un saco de mentiras. Pero no lo hice, porque aún si sabes que va a doler lo que vas a decir, la mentira siempre va a doler más cuando se sepa la verdad. No le haces eso a alguien que amas, nunca.

Se lo dije, pero no fue capaz de responderme con nada más que sus celos sin sentido. A veces eso lo opacaba, lo volvía gris, no era él mismo. -Estaremos juntos mañana, todo el tiempo.

-Todo lo que la escuela lo permita, sí.

Soltó un largo suspiro tranquilizador al escucharme decir eso. Luego dijo: -Va a llover.

Me reí, ante su pronóstico tan seguro, y luego me di cuenta de que solo era una estúpida metáfora. Exactamente como nosotros.

슈짐 Drama King 〄  Yoonmin [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora