—Bueno ¿Vais a contarme que cojones hacéis en el hospital? — La emoción que desprendía su cara cuando nos reconoció se había disipado en cuanto cayó en la cuenta de que se encontraba en un hospital con nosotras.
—Bart ha sido un viaje largo, estamos cansadas y queremos dormir, no nos jodas más por favor — Soltó Alex.
—¿Qué no os joda más? Me estas vacilando Alex. ¡Ahora mismo me vais a contar que ha pasado! — No sé porque, pero lo veía más nervioso que preocupado, su frente se encontraba sudada y evitaba el contacto visual.
—Lo mismo podríamos preguntarte nosotras — Dije analizando sus reacciones —Que yo sepa nos hemos encontrado aquí de casualidad, nadie te ha llamado.
—Estoy esperando a un amigo, anoche se peleó en un bar con otro tipo y no acabo muy bien — Dijo con cara de cansancio.
—Hey! Bart! — Grito alguien a lo lejos.
—Hablando del Rey de Roma.
—Y estas dos diosas ¿Quiénes son? — Dijo guiñando un ojo. El chaval tenía la cara medio morada y varios puntos en su ceja. Daba pena mirarlo.
—Por lo que veo te calentaron bastante la cara anoche amigo — Soltó Alex a carcajada limpia.
No pude evitar reírme con ella, contagiando a mi hermano a su vez.
—No te rías de mi imbécil — Golpeó el hombro de Bart intentando que parase.
—Lo siento tío, pero te lo mereces, llevo aquí toda la noche por tu culpa.
—Qué bonita pareja hacéis — Comenté todavía riéndome. Esto provoco que ambos me fulminaran con la mirada.
—Vamos al coche, os llevaré a la residencia y me contaréis que hacéis aquí — Dijo mi hermano encaminándose hacia la puerta.
—Y así es como acabamos en el hospital — Finalicé de contar la historia de todo el trayecto, observando la reacción de mi hermano.
—No me puedo creer que hayan necesitado a dos policías para retener a nuestra madre — Bart se reía a carcajadas mientras conducía al volante, yo me encontraba sentada detrás junto a Alex, la cual se había dormido a mitad de trayecto. Porque una cosa sí, la residencia estaba a tomar por culo, allí donde cristo perdió el mechero.
—Y tampoco puedo creer que con solo cinco minutos de vida aquí le hayáis provocado un infarto a un policía— Me miraba acusatoriamente por el retrovisor.
—He! Que ha sido un accidente, nosotras no le hemos hecho nada, que le hemos salvado la vida más bien — Dije enfadada, después del día que llevábamos no me apetecía que me echaran en cara nada.
—Tranquila fiera, que no voy a llamar a la jefa. Vuestro secreto está a salvo conmigo.
En el fondo tenía que querer a este cabeza hueca que tengo por hermano. Sinceramente lo había echado de menos, pero eso no se lo diría, tengo un orgullo que mantener.
—Y pensaba que tú eras un desastre, vaya con tus hermanitas tío — Comento su amigo en el asiento de al lado.
—Para tu información yo era un auténtico angelito hasta que adoptamos al demonio que tienes detrás, ella se encargó de corromperme — Dijo refiriéndose a mí.
Yo solo me limite a responder con una sonrisa hacia él. El resto del camino transcurrió tranquilo. Después de media hora aproximadamente llegamos al campus, era enorme.
Desperté a Alex de un empujón para que lo viera todo, estaba asombrada, parecía un miniciudad.
—Bienvenidas señoritas — Dijo mi hermano aparcado lo más cerca posible de la residencia en la que íbamos a vivir.
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Discordia
Fiksi Remaja-Tu nombre ahora - No sabía por que pero me sonaba de algo, a este chico ya lo he visto yo antes. -Parece que se ha quedado pillada - Se río uno sus amigos a su lado. Normal en esta situación también me reiría. -Jazz ¿Qué cojones a pasado? - Creo qu...