FUCKING WORLD

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Tome aquel taxi que se acercaba, le pedí rápidamente que persiguiera tu carro. Fue muy díficil hacerlo, puesto que los semáforos y el tiempo iban en nuestra contra. Sin embargo pude llegar a tu destino, baje junto contigo, claro sin que me vieras. Entraste a un edificio, cuando entré vi lo elegante que era. Varias flores, la recepción perfumada, al igual que todos los pisos, escaleras muy grandes o ascensores con una melodía muy tranquila de fondo, ¿es que acaso aquí trabajas? _me pregunté.
Te acercaste a la recepción y estabas algo molesta. Te sentaste y esperaste un buen rato, mientras yo te contemplaba y observaba desde una maceta afuera del edificio.
-'Ya es hora'_dijiste en voz alta_Un señor bajo, ni siquiera te miró y solo dijo "pasé". Fuiste muy contenta e ilusionada, pero a la vez algo nerviosa. Subías las escaleras muy despacio y con temor, tu piel blanca de pronto se volvió pálida. No entendía claramente porque tenías esas actitudes, quizá sea tu nuevo novio o tu ídolo.
No entiendo porque las personas son tan sencillas y estúpidas al admirar a alguien que es igual de inferior que ellas mismas. Verte a ti actuar asi fue nuy inquietante, pero bueno después de todo, ya tenías más tiempo aquí.
Espere como unas 2 horas, pero no me importó, ya había esperado años por ti, 2 horas no se compara.
Saliste algo decepcionada, cabizbaja. Quería golpear a ese imbecil que te hizo tanto daño. Pero no pude hacerlo.
Saliste con algunas lágrimas de aquel edificio, tomaste las llaves de tu carro y te fuiste. Como ya era de esperarse hice lo mismo que hace rato, fuí y te perseguí. Tenia miedo, pues el dinero se estaba acabando, asi que solo fuí sigilosamente a tu casa.
*Entraste a una zona residencial* Mierda. No me permitieron el ingreso como era de esperarse. Asi que desilusionado me fui de aquella residencia. *Ya no tengo dinero*
'Estoy harto' dije frustrado y muy cansado. Con las pocas fuerzas que me quedaban caminé hacía la taberna. Me llevé una pequeña sorpresa al ver a Cristian, puesto que su gran amabilidad y generosidad, al contarle lo que había pasado, me ofreció dormir en su casa. No queria incómodarlo asi que le mentí, diciendo que 'ya había encontrado un buen lugar después de todo'. Me sonrió y siguió su camino.
Al irse, le pedí a la señora de la taberna que 'si por favor podría quedarme esa noche ahí, que se lo iba recompensar con mi trabajo' *la señora aceptó* puesto que no tenía muchos trabajadores.
Me dió unas frazadas y una almohada.

Desde esa noche eh dormido en el sofa, durante 6 meses. He juntado mucho dinero, espero me sirva de algo para alquilar un departamento en aquella residencia que habita mi amada.

Quiero que sepas que no he pasado ni un sólo día sin verte. Pues eres mi motivación a seguir adelante en este mundo de mierda.

EXILEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora