𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🐬 𝒌𝒖𝒋𝒐 𝒚 𝑺𝒆𝒏̃𝒐𝒓 🍒 𝑵𝒐𝒓𝒊𝒂𝒌𝒊 (𝙹𝚘𝚝𝚊𝚔𝚊𝚔)

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Primera vez, esa experiencia tan especial y significativa . Que acercaba más a una pareja sentimentalmente y para conocerse más. Y esto iba a pasar con la pareja de hoy

Kakyoin y Jotaro, eran pareja hace mucho, por mucho tiempo habían planeando hacerlo, hacer aquello que era nuevo y desconocido para los dos, tener relaciones sexuales o simplemente sexo.

El día había llegado y ambos estaban decididos. El lugar era el cuarto de Kujo, aprovechando que su madre no estaba.
Ambos estaban en su cuarto, pese a que estaban decididos la vergüenza no se iba, en especial Jotaro.

-Y bien...-

-Jeje...-

Jotaro se rindió, se recostó en su cama mientras soltaba un gran suspiro, mientras, Kakyoin, se apoyaba en su pecho, mirándolo con detenimiento, mirando sus ojos y boca.

-Hmm...-Cerraba sus ojos mientras sentía como los hermoso ojos de kak se clavaban en él-

Los brazos de Kujo, atraparon al pequeño cuerpo de Nori, agarrandole este por sorpresa y dándose un pequeño susto.
Pese a que estaban en un momento incomodo, ambos le gustaba esa cercanía y más en Jotaro, se podría decir que él es el más afectivo.

-Oh kak...Eres muy pequeño, me da una sensación de cuidarte, como si te fueras a romper-Seguía teniendo a su pequeño novio en sus brazos, sus grandes manos acariciaban la pequeña mejilla.

Una pequeña luz ilumina a los dos jóvenes, sus corazones se alteran al verse a si mismos, una clase de adrenalina se posa en los dos. Los ojos celestes y el lila se miran entre sí, ambos son diferentes pero comparten el mismo sentimientos del uno al otro. Amor, un sentimiento tan complejo pero hermoso, difícil de entender pero a la vez precioso
Ya era hora de dar un paso adelante.

Los gruesos labios se juntaba a los delicados labios de Kakyoin, formando un inocente beso, lentamente sus manos se posaba en las caderas del pequeño mientras él se aferraba a su gigante novio, no podían evitar sonrojarse y enamorarse más de lo normal. Lentamente se acomodaban len la cama para estar más cómodos, poco a poco ese beso se fue convirtiendo en uno apasionado.
Cada vez más, Jotaro sentía como la temperatura subía y como algo más también, igualmente Nori sentía lo mismo, eso provoco de que ambos se quitaran la ropa poco a poco.

El pequeño cuerpo de peli-rojo era admirado por el gigante, sus pequeñas caderas, si cintura y sus pequeños pezones eran admirados.

-Maldición Nori ¿Por qué ere tan perfecto?-Se sentía bendecido al tener semejante novio perfecto.

El cuello de Nori tenía chupones, mordidas, besos y lamidas, Kujo era un poco celoso y eso le causaba ternura. Los sentimientos Kujo siempre le había dado ternura, era una persona completamente diferente cuando estaban solos. De un bravucón serio a un bravucón perdidamente enamorado y cursi.

-Ah...no puedo seguir-Dijo nuevamente rendido.

-Ehh? ¿Por qué? ¿Pasa algo, Jojo?-Acercó sus manos a los cachetes de su enamorado.

-Tengo miedo de meter la pata y lastimarte, eres demasiado lindo y suave para merecer esto...yo solo soy alguien salvaje-Bajaba su mirada, su miedo a lastimarlo era gigante lo amaba tanto, a veces pensaba que Nori era demasiado bueno para este mundo y a veces no podía creer que fuera su novio.

-Tranquilo...Yo confío en ti y tú en mi, yo se que estoy en buenas manos porque confío en ti y nadie podrá cambiarme eso...Te amo tanto, Jojo, daría mi vida por ti-Miraba al gigante con amor y ternura.

Jotaro levantó su miraba para clavarla nuevamente en los hermoso ojos lilas de Kakyoin, se sentía tan afortunado.
Sus labios se juntaron otra vez, como si fueran imanes.

El hermoso pecho del menor se estaba llevando con besos dulces .
Ambos se dejaban llevar por sus sentimientos, esto era algo más que un acto sexual, para lo dos era como una demostración una amor más profundo.

Suavemente, las caderas de Kujo eran acorraladas por las delicadas piernas de Kak. Jotaro sentía como sus delicadas y largas piernas lo acorralaban, no pudo evitar sonreír dulcemente, le había causado un poco se ternura

-Oh Nori, eres tan tierno cerezita-Acercaba su cara para volver a besarlo.

Ya era hora de seguir al otro paso.
Los dedos curiosos y atrevidos del morena, se paseaban por la entre pierna de su amante, delicadamente y suavemente, acercaba sus dedos a la pequeña entrada del pequeño.
El deseo impregnaba a los dos, finalmente, ese momento había llegado.

Seguía acariciando hasta sentirse seguro de poner el primer dedo adentro con cuidado, como repuesta escucho un pequeño gemido, rápidamente su mirada se centro en su amado para saber su bienestar, afortunadamente este estaba bien.
El pálido rostro de Kakyoin se estaba tornando roja, miraba a Jotaro con vergüenza.

-Kakyoin...-

-¿S-sí?-Respondía con vergüenza

-Te amo~-Acercaba su cara para darle un hermoso y tierno beso.

-Yo igual~-Correspondía con mucha pasión y amor.

Un amor tan grande que no hay palabras para describir, un amor hermoso entre dos jóvenes, un amor que sera eterno por eternidad